El español Jesús Herrada acabó cuarto, rozando la medalla, en la prueba de fondo en carretera de los Europeos de ciclismo, en la que el italiano Matteo Trentin se impuso en el sprint a sus cuatro compañeros de escapada.

Trentin fue el más rápido en el sprint en el que los cinco destacados se jugaron el oro. El italiano se impuso por delante del holandés Mathieu van der Poel y el belga Wout van Aert. Jesús Herrada tuvo que conformarse con la cuarta plaza.

En una carrera protagoniza por la lluvia y los continuos problemas mecánicos que sufrieron los corredores, el equipo español estuvo muy cerca de colgarse una medalla, algo con lo que no se contaba al no disponer de un equipo potente.

No obstante, la inteligencia en carrera de Herrada, que estuvo donde tenía que estar en el momento decisivo, permitió albergar esperanzas de un metal, que al final se quedó en un cuarto puesto. Trentin acabó en casi seis horas (5h.50.02), seguido de Van der Poel y de Van Aert, tercero.

La carrera se decidió a falta de cincuenta kilómetros pare la meta. Estacazo de un grupo de once corredores, donde había presencia de Bélgica e Italia, las selecciones que controlaban la carrera, además de Jesús Herrada.

La falta de respuesta por parte del pelotón, ya no muy numeroso, permitió que fueran tomando distancias. Bélgica, con presencia muy nutrida atrás, no quiso tirar, disponía de dos opciones en los de adelante. Xandro Meurisse y Wout van Aert, mientras que Italia confiaba en Davide Cimolai y, en especial, en Matteo Trentin.

Junto a ellos, los holandeses Mathieu van der Poel y Maurits Lammertink, el suizo Michael Albasini, el alemán Nico Denz y el francés Pierre Luc Perichon. El letón Emils Liepins quedó cortado debido al enésimo problema mecánico.

A partir de que se consolidase la escapada, fueron pasando los kilómetros, sin novedades. Mucho marcaje, pero sin ataques, que rompieran las hostilidades. Eso sí con la lluvia como testigo. Precisamente, el asfalto mojado provocó a falta de diez kilómetros, de una doble caída, que dejó solos a cuatro corredores, entre ellos Herrada.

Cimolai, Trentin, Van Aert, Van der Poel, además del español. Poco más de seis kilómetros y tres medallas a repartir entre seis. Fue un juego táctico. Nadie se atrevió a atacar en las últimas cuestas, las fuerzas estaban muy justas. Comolai preparó el esprint para que Trentin se colgara el oro, mientras que Herrada veía cómo se quedaba sin medalla.