Croacia fue una de las grandes sensaciones del pasado Mundial, convirtiéndose en la selección revelación al disputar por primera vez en su historia una final, superando las semifinales históricas de la selección croata en el Mundial de Francia 1998. En esta ocasión, y como viene siendo habitual en los últimos años, Croacia estuvo liderada por dos estrellas como son Iván Rakitic y Luka Modric que, a su vez, comparten presencia en la Liga, uno en el Barça y otro en el Madrid. Y la cotización de los dos centrocampistas, que ya era elevada antes de la cita de Rusia, se ha disparado, convirtiéndose en un problema para las directivas madridista y azulgrana.

Precisamente, el club merengue acostumbraba a aprovechar el Mundial para incorporar nuevos jugadores, como hizo en 2014 con Kroos, James o Keylor Navas. Tras el Mundial de Rusia, en el club de Chamartín se dieron cuenta que el nombrado mejor jugador del torneo fue un futbolista al que ya tenían en nómina: Luka Modric, pieza fundamental en la medular madridista desde su llegada en 2012.

Sin embargo, y pese a contar con un sitio asegurado en el once titular del Madrid, Modric fue protagonista de los últimos días en el mercado italiano. Su nombre se relacionó con el Inter, que estaba dispuesto a fichar al jugador. El futbolista mantuvo silencio y sólo se manifestó una vez cerrado el mercado italiano. Lo hizo para desmentir que fuera él quien se ofreciera al conjunto italiano. Para entonces ya se había filtrado su posible mejora de contrato con el Madrid, que además se estaba planteando demandar al Inter por haber contactado con un jugador con contrato en vigor sin su permiso.

Nunca consideraron en Concha Espina traspasar al gran arquitecto de su juego. El presidente blanco, de hecho, siempre se remitió a su cláusula (750 millones) y nunca le abrió la puerta de salida.

Algo más o menos similar parece estar ocurriendo ahora con Rakitic, uno de los pilares del Barcelona de Valverde. En las últimas horas ha trascendido un notable interés del PSG francés en hacerse con el jugador. El conjunto galo le ofrecería un importante aumento de sueldo, casi el doble de lo que gana actualmente, situación que pondría al Barça en la necesidad de hacerle una mejora que ya se da por hecha en círculos blaugranas. La cláusula de Rakitic es de 125 millones de euros. Salvo giro inesperado, ambos seguirán en LaLiga el año que viene. Pero parece que mejor remunerados, aunque en el Barcelona empieza a crecer el problema de la masa salarial.