El Espanyol superó al Valencia en un gran ejercicio perico con los goles de Esteban Granero y Borja Iglesias en la segunda parte, para reforzar el proyecto de Rubi y dar el primer toque de atención a los de Marcelino.

El conjunto catalán confirmó estar preparado para disfrutar de un buen año. Después del segundo curso fallido de Quique Sánchez Flores, el cambio de dinámica que inició David Gallego ya en el tramo final y que está afianzando Rubi como nuevo técnico parece cuajar. El Espanyol se comió a uno de los aspirantes a grandes cosas esta temporada para ponerse con cuatro puntos.

El Valencia apenas fue Rodrigo y nada más. El delantero tuvo y generó ocasiones en la primera parte, pero poco a poco fue el cuadro local el que se hizo con el partido. Sergio García remató al larguero como réplica y Borja comenzó a dejar claro que la defensa 'che' no tenía un buen día, con poca seguridad.

Darder también se sumó al ataque de un Espanyol que fue el único que propuso tras el descanso. Dueño del centro del campo, con un Marc Roca estelar, los de Rubi se adelantaron finalmente con una falta directa de Granero, la novedad con respecto al buen debut ante el Celta. El VAR eso sí tuvo que confirmar que el balón había entrado tras pegar en el larguero y botar en el césped.

El golpe no lo encajó bien el Valencia, que se desordenó y permitió el 2-0 pocos minutos después en una mala acción de Piccini. Baptistão no acertó en el regaló pero sí Borja en su estreno goleador en Primera.