Un pequeño tropiezo durante el programa largo impidió a Nadia Iglesias revalidar el título de Campeona de Europa júnior que había conseguido en 2017 en Italia. En esta ocasión la primera posición se la llevó Cecilia Marocchi, quien el año pasado había quedado segunda por detrás de la coruñesa. La plata que se colgó ayer Nadia confirma una regularidad espectacular de la patinadora del CP Maxia coruñés, quien lleva varios años subiéndose a todos los podios internacionales posibles.

En la jornada de ayer, Iglesias partía desde la segunda plaza, tras un gran programa corto, por detrás de la italiana pero a muy poca distancia lo que hacía muy factible que la coruñesa subiese de la segunda a la primera posición. Pero no pudo ser. Nadia hizo una casi perfecta puesta en escena con una preciosa canción de la francesa Indila, pero dos tropiezos durante la coreografía le supusieron una penalización de 0.2 en la puntuación final lo que ponía muy difícil el oro.

Tras la patinadora del Maxia salía a la pista la italiana Marocchi, que solamente tenía que defender la primera posición conseguida el día anterior en el programa corto. Cecilia bordó su puesta en escena y subió a lo más alto del podio.

Con una elegancia y una expresividad como pocas patinadoras europeas tienen, tanto Cecilia como Nadia destacaron sobre el resto de competidoras y acabaron en los dos primeros puestos con claro merecimiento.

La fuerza y el poderío físico de Nadia hacen que sobre la pista sea un espectáculo y, además, su madurez fuera de la competición la convierten en una deportista completísima que basa en el sacrificio la conciliación de su vida de estudiante con su brillantísima carrera deportiva. Alumna de INEF, Nadia entrenó durante más de un año a diario en A Coruña pero estudiando en Santiago por lo que se pasaba medio día en la carretera junto a sus padres, quienes hipotecaban sus horas de asueto en la ciudad coruñesa esperando a que terminasen los dos entrenamientos diarios de su hija para regresar a Compostela. La rutina de Nadia, hasta que salía del instituto, era como la de cualquier joven, pero las horas posteriores no tenían nada que ver con la del resto de sus compañeros. La patinadora del Maxia comía en el coche en el trayecto hacia Riazor desde Santiago, y a medio camino, en Ordes recogían a su padre, profesor en esa localidad coruñesa. Y una vez en el Palacio de los Deportes comenzaba su pasión, el patinaje. Después de varias horas de trabajo había un pequeño descanso y después otra sesión en Oleiros.

Volviendo a la jornada de ayer, en tercera posición, completando el podio, terminó otra italiana, Laura Mezzatesta quien desbancó por muy poco a la española Laura Quintero. Las dos cometieron errores en sus programas largos, pero tras el corto la italiana partía con una mínima ventaja sobre la española. En quinto lugar terminó la tercera patinadora nacional, Ariadna Milara quien no pudo evitar la caída en su participación de ayer.

En cuanto al otro patinador gallego en competición, el pontevedrés júnior Javier Martínez García-Picher, también saltó a la pista en la jornada de ayer con el ejercicio largo. Javi había terminado el domingo el programa corto en la tercera plaza, lo que le hacía soñar con el podio pero tras el ejercicio largo de ayer bajó a la sexta plaza que le hizo finalizar su concurso con sabor agridulce.