El italiano Elia Viviani (Quick-Step Floors) se impuso en la décima etapa de la Vuelta a España, disputada entre Salamanca y Bermillo de Sayago sobre 177 kilómetros, al imponerse en un esprint masivo a Peter Sagan (Bora-Hansgrohe) y Giacomo Nizzolo (Trek-Segafredo), con Simon Yates (Mitchelton-Scott) como líder.

Viviani, ganador de la tercera etapa, repitió éxito este martes en Bermillo de Sagayo superando con margen a Sagan, que le intentó coger la rueda pero no tuvo fuerzas para adelantarle, y haciendo bueno el trabajo en la aproximación a la meta de su equipo.

El velocista del Quick-Step Floors sigue demostrando su gran estado de forma en la que él mismo considera su mejor temporada, con 16 triunfos en su haber hasta el momento. Sin rotondas ni otras zonas peligrosas, la lucha fue limpia y el mano a mano entre el campeón italiano y el campeón del mundo cayó del lado transalpino.

No fue plácida la llegada en cuanto a ataques, ya que el equipo belga tuvo que neutralizar un potente intento en solitario del austriaco Lukas Pöstlberger (Bora-Hansgrohe) justo bajo la pancarta del último kilómetro.

Fuera de la lucha por el triunfo de etapa, destacó el gran número de pinchazos que sufrieron los integrantes del pelotón en los últimos 20 kilómetros. El destino quiso que tres jefes de filas como Nairo Quintana (Movistar), Wilco Kelderman (Sunweb) y el líder de la general Simon Yates (Mitchelton-Scott) sufrieran dichos pinchazos.

Todos ellos tuvieron la ayuda de sus compañeros para en sendas mini cronos por equipos volver a sus líderes al gran grupo, con la fortuna de que el ritmo no era alto y que no hubo presencia de fuertes vientos que pudieran provocar los temidos abanicos.

Eso sí, Kelderman volvió a pinchar cerca del último kilómetro, en la zona ya de protección, para tener más desventura todavía en una jornada en la que el gran susto lo dio el italiano Simone Petilli (UAE-Emirates) cuando se fue al suelo cerca del esprint intermedio de Trabanca y tuvo que ser atendido por la ambulancia y trasladado, ya consciente, a un hospital.

No hubo lugar para la fuga, pese a que Tiago Machado (Katusha-Alpecin) y Jesús Ezquerra (Burgos-BH) lo probaron desde lejos, siendo neutralizado primero el español, a 2,5 kilómetros del Alto de Fermoselle, y el luso a poco más de 1.000 metros para coronar el puerto.

Diego Rubio (Burgos-BH) también dio protagonismo a su equipo español atacando en solitario a 22 kilómetros de la meta, pero fue cazado a 9 kilómetros por un pelotón que ya preparaba la lucha final.

Hoy la Vuelta llega a Galicia en un continuo sube y baja desde la localidad zamorana de Mombuey hasta la Ribeira Sacra, concretamente a Nogueira de Ramuín (Ourense), Luintra, en la etapa más larga de la edición de este año, con 207,8 kilómetros.

Luintra ya fue también final de etapa de la ronda española en 2016, una jornada en la que se impuso el actual maillot rojo, Simon Yates (Mitchelton-Scott), y en la que se retiró el gran candidato, Miguel Ángel López (Astana).

A ninguno de ellos se le espera con protagonismo en la carrera, más de perfil para escapadas que busquen alcanzar la meta con éxito, o para que gané un especialista en llegadas numerosas con la carretera picando hacia arriba. Como lo hace el último kilómetro.

Por tanto, posible duelo entre un Alejandro Valverde letal en ese tipo de finales, en los que lleva ya dos triunfos en esta Vuelta, y un Peter Sagan al que ya le quedan pocas opciones en una carrera que podría abandonar ante lo duro del tríptico asturiano del fin de semana.

Aunque al triple campeón del mundo, que no está en la Vuelta en su mejor estado de forma, podría desgastarle demasiado un recorrido rompepiernas salpicado con cuatro subidas puntuables. Una de Segunda, el Alto do Trives; y tres de Tercera, el Puerto de Padornelo y los altos do Covelo y del Mirador de Cabezoas.