Jesús Herrada cambió el rojo Cofidis por el de líder de la Vuelta tras la disputa de la duodécima etapa, entre Mondoñedo y Estaca de Bares, en la que Alexandre Geniez (Ag2r) se alzó con el triunfo. El faro del punto más al norte de la península Ibérica guió a Geniez hasta la tercera victoria francesa de la presente edición y a Jesús Herrada hasta la roja, después de meterse en la fuga del día y enjugar los 5.45 minutos que tenía de retraso en la general respecto al británico Yates.

Un premio para Geniez, que no el primero, pues en 2013 se estrenó en la Vuelta con triunfo en Peyragudes y amplió la gloria en Ézaro en 2016. Ahora en tierras gallegas las meigas le fueron favorables con un triunfo mágico en un lugar tan particular como Estaca de Bares.

Otro premio, y muy especial, para Jesús Herrada, un manchego que fichó por el Cofidis buscando aires de libertad tras seis temporadas en el Movistar. En su primer año vive el sueño de vestirse de rojo en la ronda española.

Herrada entró en la fuga de 18 ciclistas que marcó la jornada. Al final no pudo disputar la victoria porque iba muerto, pero como la ventaja respecto al pelotón era enorme, más de 11 minutos, y estaba a 5.45 de Yates, aprovechó la oferta para subir al podio a ponerse la roja. Finalmente el menor de los hermanos Herrada cruzó la línea a 2.54 de Geniez. Se puso a esperar y sonrió cuando vio llegar el grupo de hombres ilustres a 11.39, tan tranquilos ellos, y muchos contentos por soltar una prenda que a veces da la sensación de que quema.

En víspera del tríptico de montaña asturleonés, Herrada defenderá el liderato con 3.22 de ventaja sobre Yates y 3.23 respecto a Alejandro Valverde. "Una victoria de etapa en una prueba grande hubiera sido muy importante, pero no pude disputarla porque iba al límite. Ahora toca disfrutar sufriendo, e intentaré mantener el jersey rojo, pero a ver qué pasa mañana", señaló.

Ilusión en Herrada, primer español al frente de la general desde 2016, cuando la encabezó Rubén Fernández en el Mirador de Ézaro. Desde entonces han pasado 44 etapas. Una victoria que amplía la sonrisa del equipo decano del pelotón, y que vive una Vuelta dulce. Luis Angel Maté es el líder de la montaña y el francés Bouhanni se llevó la etapa de San Javier. Ahora el doble campeón de España (2013 y 2017) se pone líder en el año de su liberación con los galones de la escuadra francesa.

La costa coruñesa fue la gran protagonista en un día con dos puertos puntuables de 3ª categoría: el Alto de Cadeira y el Alto de San Pedro, dentro de un recorrido con tramos rompepiernas. Fueron 18 los que se ofrecieron para entrar en la fuga buena. Entre ellos Nibali, con ganas de asomar los dientes del Tiburón, De Gendt, Campenaerts... hombres de garantías para llegar iluminados hasta el faro de la cornisa norte de España.

En el kilómetro 100 el retraso del pelotón remolcado por el Mitchelton era de 10.30 minutos. Jesús Herrada ya era, de sobra, líder virtual, pero los intereses por la etapa se fueron encendiendo.

Nibali trató de sorprender a 35 kilómetros de meta, pero en el contragolpe el italiano no pudo meterse en el despegue de 8 corredores que se iban a jugar la etapa. Campenaerts, Brambilla, Formolo, Padun, Geniez, Teuns Devenyns y Van Baarle fueron los elegidos. En Estaca aguardaba la gloria para un francés de Rodez, de 30 años, y para Herrada, conquense como Ocaña.

Hoy se disputará la decimotercera etapa, entre Candás y La Camperona, de 174,8 kilómetros.