El Atlético de Madrid salvó un punto en los últimos segundos contra el Eibar agarrado a un debutante de 19 años, Borja Garcés, que logró lo que nadie había podido antes, batir a un insuperable Dmtrovic que lo paró todo hasta que el gol del futbolista canterano niveló un partido que tenía ganado el conjunto vasco.

Ya era el minuto 93. Dio tiempo para sacar de centro y para escuchar, segundos después, el silbido final de un encuentro en el que el equipo rojiblanco tuvo ocasiones para ganar, estrellado una y otra vez contra el guardameta rival, pero en el que también sintió muy cerca la derrota, cuando Sergi Enrich anotó el gol visitante (0-1) en el minuto 87.