Un Liceo de dos caras, brillante en la primera parte y sin capacidad de reacción en la segunda, se impuso ayer al Reus por 2-3 y luchará esta noche (20.00 horas) por el primer título de la temporada, una Supercopa de España que traerá un nuevo enfrentamiento contra el Barcelona y que será también un anticipo del estreno de la OK Liga de la próxima semana, cuando los azulgrana visitarán A Coruña. Los de la Ciudad Condal, con el coruñés Ignacio Alabart, eliminaron a los anfitriones del Noia para plantarse en la final (3-2). Otro duelo entre los dos mejores equipos.

Empacho culé a estas alturas de la temporada en la que las plantillas apenas han echado a rodar. El Liceo madrugó, fue como siempre uno de los primeros en arrancar la pretemporada, pero notó la menor falta de competición, sobre todo en la segunda parte, en la que el Reus, con un motivado César Carballeira en su primer enfrentamiento ante sus ex, apretó y los verdiblancos se vieron desbordados. Pero en la primera, los automatismos heredados de la temporada pasada le habían servido para coger una ventaja muy difícil de desperdiciar.

Muy sólido en defensa, el grupo de Juan Copa fue netamente superior en los primeros 25 minutos. El Reus y el Liceo se tanteaban, pero Xavi Malián aseguró bien su portería para no llevarse ningún susto. La bola era verdiblanca y cada vez las ocasiones eran más peligrosas. Entre ellas, una falta directa tras una azul que vio Carballeira. Carlo di Benedetto falló la acción a bola parada, pero unos minutos después mandó a gol un pase perfecto de Sergi Miras. A veces los jugadores del Liceo juegan casi con los ojos cerrados. Y nadie se conoce mejor que dos hermanos. Primero Eduard asistió a Josep para el 0-2. Después el mayor de los Lamas le devolvió el favor y se llegó al descanso con un contundente 0-3.

La situación cambió por completo en la segunda parte. El Liceo reculó y eso dio vida a un rival que estaba prácticamente hundido. Malián mantuvo la ventaja al parar sendas directas a Julià y Álex Rodríguez -por la décima y azul a Coy-, incluso los árbitros anularon un gol a los catalanes. Pero tanto insistieron que encontraron su premio en la recta final por medio de Cristian Rodríguez y Marc Julià. Incluso a un minuto y nueve segundos para la bocina tuvieron una directa que Julià desperdició. En el último suspiro las tornas cambiaron y fueron los coruñeses los que pudieron sentenciar a bola parada pero ni David Torres ni Eduard Lamas estuvieron acertados.

Se llegó al final. El Liceo marcó un gol más. Y eso fue lo importante. Hoy tendrá una nueva oportunidad para encontrar la fórmula de meterle mano al Barça, que la semana pasada inició la temporada con el título de la Liga Catalana. Los verdiblancos siguen luchando por todos. Y esto también es lo importante. Ahí están. Ahora a soñar.