Hace dos meses Patri Carballo (A Coruña, 1996), ya con el título de Fisioterapia bajo el brazo, cogía un avión a Estados Unidos para cursar con una beca un máster en la Georgia Southern University y jugar en su equipo de soccer. Ni siquiera había dado el paso, habían sido los reclutadores norteamericanos los que se habían fijado en ella en un partido de su anterior equipo, el CD Tacón madrileño, cuando en realidad habían acudido al duelo a seguir a una compañera suya. Esa insistencia y la opción de formarse y conocer un sistema educativo y deportivo diferente le animaron a dar el sí. Han pasado las semanas y todo ha salido al revés. Problemas burocráticos le han dejado sin jugar ni estudiar. Está a un paso de volver.

"Hay que mirar muy bien todo", avisa a los que sigan su camino antes de explicar el paso dado por una joven que, además abrirse paso en el fútbol, tuvo un pasado como promesa del atletismo, ya que en 2014 llegó a ser subcampeona de España absoluta de 200 metros lisos en pista cubierta. "Acabé la carrera el 7 de julio y envié la solicitud, pero el plazo se había acabado el día 1. Ellos (su entrenador) me dijeron que lo solucionarían", avanza. "He hecho vida con el equipo. Me entreno, pero ni viajo ni juego. Pasaba el tiempo y no se arreglaba, hasta que me dijeron que va a ser imposible. No me puedo matricular y si no lo estoy, no puedo jugar; así es el sistema americano: está 100% ligado. Mi entrenador está triste y avergonzado. Puedo seguir aquí, tengo la beca, hasta pierden dinero conmigo, pero no tiene sentido. Pretenden que vuelva el año que viene, no me lo planteo. Saldría de aquí con 25 años, esa no es mi idea", explica. En breve, regresará a Madrid y volverá a jugar en el campeonato nacional. El Deportivo no entra, por ahora, en sus planes, aunque le tira: "Me gustan el club y el proyecto. Ya hablamos alguna vez porque hay muy buena relación (Manu Sánchez fue su técnico en el Orzán), pero mi vida está en Madrid", concluye.

A pesar del revés y una vez encajadas las dificultades, quiere mirar al futuro: "Ha sido un desastre, pero soy positiva. No me arrepiento. La gente es buena, muy agradable y acogedora", apunta antes de avanzar las bondades del sistema norteamericano: "Ojalá en España tuviésemos algo así. Las instalaciones y los medios son increíbles. Miles de personas van a los partidos. Y para los estudiantes es obligatorio ir a clase, las horas de biblioteca, muchas personas sacan así una carrera. En la Residencia Blume (ella también estuvo) te dan facilidades, pero no es lo mismo".

Amiga de Celia Barquín

Otro suceso de los últimos días también le ha golpeado con fuerza: "Celia Barquín (golfista española asesinada hace unas tres semanas en EEUU) era como mi hermana, estuvimos dos años juntas en la Blume. Ha sido duro. Muchas veces no sabes cómo recuperarte".