Un gol en el minuto 84 de Rafa Mir recompensó la insistencia de la selección española sub 21 ante Albania y contra los postes. Tres hasta que el delantero de Las Palmas demostró una efectividad absoluta en su primera y única ocasión. Un control, un giro y un certero tiro con el pie derecho. Desde su acción y su pegada, España resolvió una victoria de tanto esfuerzo como ambición porque nunca decayó, por mucho que su billete para el Europeo ya esté sacado desde hace un mes, obcecado en doblegar la oposición defensiva de su rival y que tanto le exigió. España propuso, Albania defendió... y contraatacó. El plan inamovible de cada uno. Desde el primer hasta el último minuto. Nada fuera de lo esperado, con el peso de la posesión, de los ataques y con el juego trasladado casi siempre al campo contrario del bloque que dirige De la Fuente.