"Entiendo el descontento de la gente. El primer descontento soy yo, pero la realidad dice que, después de la última derrota, no sirve de nada lamentarnos". Rubén Baraja invita a mirar hacia delante. El entrenador del Sporting admite las críticas, asume la preocupación por las dos caras que muestra el equipo e incluso pone nombre a la situación. "Hay que intentar superar esta minicrisis y salir fortalecidos de ello", subraya ante el partido contra el Reus en El Molinón. "La afición es soberana, pero espero que anime al equipo como lo ha hecho al principio de temporada. Son muy importantes para nosotros. Juntos somos más fuertes", destaca.

"Llevo la presión con naturalidad. He vivido con ella toda mi vida, la conozco. Más autoexigencia que tiene mi cuerpo técnico y yo para mejorar no creo que la tenga nadie. Todos sabemos lo que es Gijón, para lo bueno y lo malo. Lo acepto. Por eso creo en este proyecto. Por eso pienso en trabajar mucho. No conozco otra forma para sacar las cosas adelante", afirma Baraja en la previa del encuentro contra el Reus.

Otro entrenador en apuros es Manolo Jiménez, técnico del Las Palmas. En la previa del partido contra el Almería en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, el técnico amarillo lanzó un dardo al entorno tras encadenar dos partidos sin ganar y encadenar 196 minutos sin marcar. "¿Apretar? Cuando se viene de ganar tantas Champions y Ligas, pues es normal [que se apriete desde los círculos periodísticos]", dijo el andaluz.