El Madrid rompió su mala racha con un triunfo que mejora su situación en la Liga de Campeones ante al modesto Viktoria Plzen, pero que no cierra su crisis ni cura sus males —falta de pegada y graves errores defensivos— ni asegura la presencia de Julen Lopetegui en el clásico contra el Barcelona.

El equipo blanco firmó un triunfo sin confianza y con miedo ante un rival menor. Acabó sufriendo y salvando los puntos por el poco acierto rematador del rival. La oportunidad de reaccionar se escapó entre la desconfianza de un grupo sin fe.

Sobrado de voluntad pero falto de acierto para mostrar una reacción contundente, el duelo de esta noche era perfecto para encontrar una vía de escape antes del clásico. Pero da igual el nivel del rival. Con poco se daña mucho a este Madrid repleto de inseguridades.

Los jugadores blancos están con su técnico y saltaron con ganas de demostrarlo. Encerraron al Viktoria Plzen y lo empequeñecieron a base de un fútbol veloz con llegadas hasta que encarrilaron el partido.

Los postes aparecían de nuevo ante un remate de Ramos y la endeblez defensiva blanca no faltaría tampoco a la cita. Primero perdonó Petrzela, tras ganar la espalda a un Lucas Vázquez aportando mucho en ataque de lateral pero con despistes defensivos de peso, en un mano a mano que sacó Navas en la competición que le toca jugar.

Segundos después, en el minuto 11, Benzema enganchaba un testarazo tras un pase preciso de Lucas que le convertía en el cuarto goleador de la historia de la Liga de Campeones.

Lopetegui hacía a los 54 minutos un cambio de entrenador. Hizo debutar a Fede Valverde con una tarea, cubrir la espalda de Marcelo en sus incorporaciones ofensivas. Y así fue como llegó el segundo.

Fede inició con una acción, un taconazo de Bale dejó solo a Marcelo, que enseñó a los delanteros a definir.

Petrzela plasmó la inseguridad de la zaga blanca, entrando con facilidad por el centro con paredes y ajustando su disparo lejos del alcance de Keylor. El 1-2 se sumaba a otro mal, las lesiones, con Marcelo cayendo tras una dura entrada.