Hace poco más de una semana que Marta López, Martita, se colgaba la medalla de bronce con la selección española de fútbol sala en los Juegos Olímpicos de la Juventud que se celebraron en Buenos Aires. "Todavía estoy un poco cansada pero la verdad es que creí que me iba a costar mucho más volver a nuestro horario". La cierre coruñesa fue pieza clave para la seleccionadora nacional Claudia Pons, quien contó con ella en todos los encuentros del combinado nacional. Tras una aparentemente cómoda fase de grupos España perdió en semifinales contra Japón pero le puso la guinda al pastel en la final de consolación al vencer a Bolivia y colgarse la medalla de bronce. "Ahora pasados los días valoro el tercer puesto un poco más. Es una medalla, está muy bien pero el oro me hubiese gustado más".

En la primera parte de la competición España venció a Bolivia (9-2), Tailandia (6-2), Tonga (8-0) y Trinidad y Tobago (16-1) en partidos con amplios marcadores que parecieron fáciles. "El nivel fue aumentando, lógicamente, cuando avanzábamos en la competición pero nos estaban saliendo muy bien las cosas. Metimos un montón de goles fruto del trabajo que hicimos en las convocatorias antes de ir a los Juegos", explicó Marta López-Pardo. Pero tras una fase de grupos impecable, llegaron las semifinales contra Japón. Antes del encuentro la seleccionadora habló con sus jugadoras: "Nos dijo que teníamos que jugar como sabíamos, concentradas y con ganas porque nos jugábamos el pase a la final. Pero todavía no sé por qué no lo hicimos, no pudimos dar el cien por cien, no sé si fueron los nervios. Ese día acabamos mentalmente mal, todas pensábamos que no estar en la final era un fracaso. Pero después tuvimos una charla con la entrenadora y nos ayudó un montón. Nos motivó porque nos quedaba otra final contra Bolivia que teníamos que ganar", explicó Martita, quien añadió: "Nadie nos había dicho tenéis que llegar hasta aquí pero nuestro objetivo era el oro".

Horas después de aterrizar en Barajas procedente de Buenos Aires, Marta disputó el partido de liga del Amarelle ante el Majadahonda. Y antes de saltar a la pista tanto sus compañeras como sus rivales le hicieron un pasillo que atravesó con el bronce colgado al cuello. "Me dio mucha vergüenza. Me avisaron justo cuando íbamos a salir y ya no había nada que hacer". Además, la cuenta de Twitter del Majadahonda dedicó palabras de halago a la jugadora coruñesa: "Yo soy joven todavía y cuando veo estas cosas sobre otras jugadoras me parece muy especial y ahora que lo digan de mí ¡madre mía!".

No todo fue fútbol en Buenos Aires. "Aprendí mucho, había gente de muchos países de otras culturas. Estar tantos días con las jugadoras, nunca habíamos pasado juntas tanto tiempo, nos ayudó a conocernos. Iba a vernos un montón de gente, a lo grande nunca había vivido algo así y fue muy bonito".

El fútbol sala gallego tuvo dos representantes, además de Marta, en estos Juegos Olímpicos de la Juventud, las jugadoras del Poio Pescamar Antía Pérez y Carol Agulla. Las tres hicieron un gran papel y disputaron todos los encuentros de la selección, pero Antía cayó lesionada de gravedad, rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, en el partido por el bronce. "Estaba fastidiada pero tiene que tomárselo con fuerza y paciencia. Sabemos que va a salir perfectamente y cuando acabe la recuperación va a volver a jugar como ella sabe", comentó Marta. Éste quizás fue uno de los peores momentos de competición, aunque la cierre coruñesa recuerda otro más, "el partido contra Japón". Y lo mejor fue el bronce, "por lo menos habíamos conseguido una medalla".

La presea olímpica ya está en A Coruña, pero todavía no tiene acomodo definitivo: "Aún no sé dónde ponerla todavía", reconoció Marta, quien cursa segundo de Bachillerato en los Dominicos, donde la recibieron la semana pasada por todo lo alto: "Me hicieron pasillo con una pancarta".

Aunque todavía no sabe qué va a pasar en su vida académica el curso que viene, en el que tendría que optar por el mundo laboral, por un Ciclo Formativo de Grado Superior de Formación Profesional o por la Universidad, Marta reconoció que le cuesta compaginar estudios y deporte "porque estoy cansada la mayor parte del tiempo. Me da pereza ponerme a estudiar pero por ahora voy bien, a curso por año".

En cuanto al día a día del Amarelle en Primera División, Martita se mostró convencida de que la primera victoria naranja está al caer: "No falta mucho, dentro de poco ganaremos un partido. Tengo mucha confianza en el equipo, tenemos que llegar a conocernos todas mejor en el campo".