El Liceo y el Noia son duros como una piedra. Ambos disputaron un partido intenso y de alto ritmo que los locales solventaron con un ejercicio de presión y solvencia en defensa y de velocidad y efectividad en ataque para una victoria de prestigio. Los verdiblancos se ponen cuartos. Paso a paso, van escalando puestos. Ya solo les superan el Barça, a cinco puntos, y los sorprendentes Caldes e Igualada, a dos.

La intensidad fue máxima desde el inicio. Ningún equipo dio pie a la especulación. A cañón desde que los árbitros señalaron el comienzo del partido. En cinco minutos hubo tiempo para varias ocasiones en cada portería. Y la más clara, para el Liceo. Sergi Aragonés vio tarjeta azul. David Torres fue a lanzar la directa. Movió al portero de un lado a otro hasta encontrar el hueco y anotar el 1-0. El gol no cambió el guión del partido. Porque los de Sant Sadurní no se rindieron. Sí que lo intentaron de otras formas. Optaron por los lanzamientos de larga distancia, pero insertando a varios jugadores delante de Xavi Malián para que le hicieran pantalla. A ver si así lo pillaban desprevenido. En defensa, la defensa en zona y salidas rápidas a la contra.

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El Liceo le gana 6-1 al Noia

No les sirvió de nada porque hay un jugador que cuando arma el brazo hay que echarse a temblar. Avisó con un disparo desde el centro de la pista. A la segunda, Marc Coy ya no falló. En una contra, recibió la bola en el lado izquierdo, chutó y para dentro (2-0). Protestaron los visitantes que el gol fue precedido por una acción ilegal de David Torres. No les sirvió de nada. El propio coruñés se estrelló acto seguido contra el palo, antesala del nuevo misil de Marc Coy, un calco del anterior (3-0). Para cerrar el primer tiempo, la décima falta del Noia dio una nueva oportunidad a bola parada que esta vez transformó Carlo di Benedetto.

El 4-0 era un gran aliado para la segunda parte. Pero también un arma de doble filo, porque tal y como estaba el Noia de intensidad, los locales no podían permitirse ninguna relajación. Avisó Humberto Mendes, que mandó la bola al palo. Y después la tuvo con una directa, por la décima falta liceísta, que atrapó Malián. Para apagar cualquier atisbo de reacción, Sergi Miras hizo el quinto. Aunque precioso, con una vaselina increíble a la que Malián no pudo llegar pese a estirarse al máximo, el gol de Aleix Esteller solo sirvió de maquillaje. Ya en la recta final, Eduard Lamas sentenció a la contra con el debut del canterano Dani López como colofón.