Cinco goles es una manita. Diez, el doble. Dos manos para abrazar al Liceo y ayudarle a superar la depresión europea. Se notó en los primeros minutos del partido contra el Lloret. Fue duro perder contra el Sporting, pero los verdiblancos se acostaron ayer líderes -a la espera de lo que pase hoy en el Barcelona-Igualada- para volver a soñar a lo grande. De la tristeza a la euforia cincuenta minutos y diez goles después.

Y eso que le costó. No por falta de ocasiones. En las primeras jugadas lo intentó con pases desde detrás de la portería, buscando al palomero. Pero no había precisión. Ni en los pases, ni en el remate. Eso propició un toma y daca, un ida y vuelta sin apenas transiciones pero con escasa intensidad. No había ocasiones realmente peligrosas aunque el que se acercaba más y con mejores intenciones era el Liceo. Pese a ello fue el Lloret el que metió miedo con una bola al palo de Farré. Los verdiblancos tuvieron entonces unos minutos tontos en los que encadenaron errores impropios de ellos. Juan Copa decidió dar entrada a Facundo Bridge, más fresco física y mentalmente. El joven argentino aprovechó bien sus minutos. Finalizó todas las jugadas con disparos pero también estuvo atento en defensa para robar y evitar varias contras peligrosas del rival.

Con él el conjunto coruñés empezó a despertar. Avisó Carlo di Benedetto con un tiro al palo. Pero la verdadera ocasión llegó a bola parada. Penalti que Eduard Lamas fusiló para el 1-0. Segundos después los dos hermanos fabricaron el segundo. El mayor Josep asistió al menor, Eduard, que remató otra vez a gol. Y cuando habían pasado solo otros pocos segundos volvieron a ser protagonistas. Eduard robó en el centro de la pista, se la pasó a Josep, que se dio la vuelta para cedérsela a un Carlo di Benedetto que llegaba por detrás a toda velocidad y que no falló el tercero. Menos de un minuto y medio que llegó para sentenciar e incluso la renta pudo haber sido mayor, pero el francés se durmió en la directa tras la décima falta del Lloret y tampoco aprovechó el Liceo los dos minutos en superioridad por la azul a Farré.

Los catalanes acabaron el primer tiempo un poco desquiciados, protestando todas las decisiones arbitrales. Y tampoco iniciaron bien el segundo. Nada más empezar Di Benedetto se anotó otro palo. Preludio de los dos misiles, uno de Miras y otro del propio francés, que supusieron el cuarto y el quinto. El sexto fue para Facundo Bridge, estreno goleador con la camiseta verdiblanca -en el primer equipo, ya marcó con el filial en OK Plata- y justo premio a su esfuerzo. Miras repitió en el séptimo, Coy aportó su grano de arena con el octavo desde el punto de penalti. El Lloret estaba derrotado. Y el Liceo no aflojó ni un poquito. Faltaban dos goles para superar en golaverage al Barça. Mantenía la presión y como consecuencia, Di Benedetto marcó el noveno y Eduard Lamas redondeó con el décimo.