Boca Juniors aterrizó ayer en Madrid con vistas al partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores que jugará el domingo en el Santiago Bernabéu contra River, en medio de un gran despliegue de seguridad para llegar a su hotel de concentración, como el que rodea esta semana a una final histórica.

El cuadro xeneize llegó a la capital española por la tarde, sin hacer declaraciones, para poner rumbo a su hotel entre fuerte presencia policial, medios de comunicación y aficionados. Boca ultimará desde este jueves su puesta a punto con los 24 convocados para la final, con los entrenamientos los próximos días en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.

La vuelta que decidirá el campeón sudamericano tendrá un desenlace histórico fuera de su continente, después de que el pasado 25 de octubre se suspendiera el desenlace previsto para un día antes, a su vez aplazado por el ataque al autobús de Boca el sábado y los violentos incidentes en el Monumental.

La Conmebol decidió finalmente llevar el partido a Madrid, el domingo 9 a las 20.30 horas, en el desenlace de una final con 2-2 en su ida. Con la llegada de Boca, la de River está prevista para esta misma noche, el despliegue de seguridad se ha dejado notar en buena parte de la capital española.