La primera, sin una segunda detrás, prácticamente no serviría de nada. La situación del Leyma es tan complicada que para salir de ella no le valió con ganar la semana pasada y tiene que refrendar esta victoria en el duelo de esta noche (Joan Gamper, 20.45 horas) contra el Barça, un rival directo porque solo tiene un triunfo más. Los naranjas llevan dos, pero del primero casi ya no se acuerdan. Fue en la jornada inaugural de la competición y una plaga de lesiones y nueve derrotas seguidas después frenaron cualquier atisbo de alegría. "Hay que hacer buena la victoria contra el Canoe porque nos acercaría a coger más aire y a ver la salida del túnel", confiesa Gustavo Aranzana, que ya podrá contar con Jonathan Araujo después de sus compromisos con la selección dominicana.

Tampoco es que ganarle al Canoe la semana pasada no haya servido de nada. Fue el inicio y supuso, sobre todo, una inyección de moral a una plantilla muy necesitada. "Hemos trabajado diferente, sobre todo por las caras. Lo necesitábamos para cambiar el rictus. Era una victoria balsámica y necesaria para seguir mejorando y el trabajo durante la semana ha sido bueno", analiza el técnico del conjunto coruñés, que sin embargo reconoce que no se pueden parar aquí. "Somos conscientes de la necesidad de enlazar más victorias y la primera prueba será contra el Barcelona", añade.

Enfrente tendrá un equipo, el filial azulgrana, que se caracteriza por su talento. "Son jugadores jóvenes con mucha clase, que juegan muy desinhibidos, con muchos concepción de uno contra uno y con mucho ritmo", profundiza Aranzana, que cree que la clave será "minimizar errores y no convertir el partido en un duelo de ida y vuelta porque ellos saldrían beneficiados". El entrenador naranja también señala el peligro de sus jugadores grandes. "Vamos a sufrir en la pintura".

En ese sentido, recupera a Jonathan Araujo tras su participación con su selección. "Todavía arrastra el palizón Granada-Madrid-República Dominicana-Brasil-Chile-España. Será uno más en la rotación y nos ayudará", continúa. Lo mismo que Jeff Xavier, que ya tiene una semana más de acoplamiento a sus compañeros: "El equipo ha mejorado con él, nos ha dado más margen de maniobra, más recorrido y más opciones. Y eso se ha notado".