"Son fundamentales. La gente no sabe el valor que tienen. Sin ellos sería imposible. El crecimiento de la San Silvestre es sobre todo gracias a ellos". Habla de los voluntarios David Iglesias, presidente del Club Rialto, organizador de la carrera patrocinada por LA OPINIÓN y que se disputará mañana 31 de diciembre. Para esta prueba, serán 150 los que se encargarán de que todo vuelva a salir bien. Desde el montaje del circuito, de la salida y de la meta, pasando por la señalización de los cruces y su vigilancia, entregar el avituallamiento y encargarse de un ropero del que pueden hacer uso 4.500 personas. Hay mucho trabajo. La organización empieza a diseñar la edición once meses antes. Los voluntarios ya llevan unas semanas de reunión en reunión para que no quede un detalle sin atender. La última fue ayer. Pero todavía quedará algunas más de seguridad. La perfección será sinónimo de éxito.

Por eso Iglesias busca a la crème de la crème de los voluntarios. Los elige entre los mejores. Su perfil es la de gente joven, con experiencia y además, deportistas y corredores. "Así conocen de cerca las necesidades que tienen los participantes", explica el organizador. "Casi todos también participan como voluntarios en otras carreras de la ciudad, como Coruña10, Coruña21 y Coruña42. Están muy implicados", continúa. Pero se quedan sin correr. "Para ellos la mayor satisfacción es cuando termina todo y ven que todo ha salido bien", responde.

Las reuniones se han intensificado en las últimas semanas, pero el verdadero día de trabajo es el de la carrera. El lunes, la San Silvestre dará comienzo a las cinco de la tarde, pero ellos estarán en María Pita desde las ocho de la mañana y no se marcharán hasta prácticamente las nueve de la noche. Más de doce horas continuadas, con la misma pasión en cada momento.

La único que no pueden solucionar es la paralización del tráfico, aunque es mínima. Pero desde la organización, no obstante, piden paciencia a los conductores y les dicen que tengan en cuenta la carrera a la hora de coger el coche mañana. Recuerdan que la afección será escasa, porque está comprobado que el corte por la salida solo es cinco minutos y que como mucho en un cuarto de hora la zona del centro ya queda liberada. Por el paseo marítimo, los corredores irán por el carril pegado al mar mientras que el otro quedará libre para la circulación.