Joan Oliver, máximo accionista del Reus, aseguró que en la actualidad "no existe un riesgo de desaparición inminente" de la entidad, pero no niega que "hay una necesidad absoluta de recursos financieros, vía venta de la entidad" y si no se produce "la continuidad será muy difícil". El día después de que cinco jugadores se desvincularan del club y hayan dejado al primer equipo únicamente con doce fichas disponibles, Oliver comentó que está trabajando en dos objetivos: "encontrar recursos financieros", así como "mantener al precio que sea viva la institución".

"A día de hoy y a diferencia de lo que pasaba hace 20 días, la continuidad del primer equipo está garantizada", insiste Oliver, quien tiene la esperanza de que "los temas financieros" se puedan resolver más rápidamente. Pese a ello, no quiso dar detalles sobre las operaciones existentes para la venta de la entidad. "Hay una operación viva, se continúa negociando para la venta del club", añadió.

Oliver dejó claras sus intenciones, que pasan por "buscar una solución, que es vender el club" y después irse. Sin embargo, el máximo accionista del Reus puntualizó que no realizará el camino inverso, por lo que no se marchará hasta que no encuentre un comprador. "La continuidad del primer equipo está garantizada e intentaremos pagar a Olmo y a Querol", dijo Oliver, quien afirmó que once de los futbolistas que denunciaron siguen en el equipo porque el club encontró la financiación para abonarles las nóminas de septiembre, octubre y noviembre, dinero que, según él, "ha salido de fuentes personales".