El fútbol ha parado en España, pero no lo ha hecho en Inglaterra ni en Italia. Precisamente, en la segunda división del país transalpino, la Serie B, el portero del Ascoli, Filippo Perucchini, tuvo un error imperdonable.

El guardameta recibió el balón de un compañero en el minuto 26 y se hizo un lío tremendo que acabó convirtiéndose en un autogol, uno de los más increíbles del año. Perucchini, al ver lo que había hecho, se echó las manos a la cabeza. Además, el fallo supuso el inicio de la derrota de su equipo por 3-0 ante el Palermo.