"No vamos a ir a ver qué pasa", responde Jorge Barrero sobre la participación del Zalaeta en la Copa Princesa de este fin de semana. El equipo coruñés debuta en esta competición y a pesar de que le ha tocado el rival más duro para las semifinales del sábado, el Socuéllamos, y de las dudas de saber cómo esta el equipo después del parón navideño, no renuncia a nada. No puede hacerlo. "No voy a vender que vamos a ganar, pero sí que si damos el cien por cien tendremos opciones de ser campeonas. Vamos a competir para ganar. Porque nosotras nunca habíamos estado ahí, no sabemos si volveremos a estar, y esta es una ocasión única que hay que aprovechar", se explaya el técnico.

Así que partiendo de esta premisa, todo es posible siempre que el equipo compita sobre todo al nivel que rindió durante un tramo de la primera vuelta del campeonato en el que se mostró imparable. Su mayor handicap es que no juega desde el 16 de diciembre y que algunas jugadoras arrastran problemas físicos. "Es un poco una incógnita", reconoce Barrero. "Veníamos compitiendo muy bien, pero el parón ha sido más largo de lo deseado y no sabemos si tendremos ritmo de competición", añade. Por eso hoy en el Barrio de las Flores disputará un amistoso contra el Emevé de Lugo -que le ganó el fin de semana la final de la Copa Galicia- antes de viajar el sábado a Mallorca, donde le espera un duro reto. En semifinales, el Socuéllamos. "Para mí es el más fuerte de los dos grupos, con cuatro jugadoras extranjeras y con Alba Quirós, que el año pasado estaba en nuestro equipo y la ficharon. Es un proyecto para llegar a la Superliga", analiza.

El del Zalaeta es más humilde, pero después de proclamarse campeón de invierno de Superliga 2 puede dar el gran salto. "En septiembre decía que iba a ser muy complicado llegar a la Copa y llegamos", explica. Pero es cauto. "Queremos seguir arriba, pero va a ser muy complicado. En nuestro grupo yo creo que Extremadura es más fuerte. Pero seguramente cómo acabemos va a venir marcado por cómo nos respeten las lesiones", predice. A Coruña atraviesa un buen momento, con mucha presencia de jugadoras de la ciudad en las selecciones españolas. "Siempre hemos sido una buena cantera, pero como aquí no hay un proyecto, se tienen que ir fuera", lamenta. Es una cadena alimenticia: "Nosotros nos nutrimos de las mejores jugadoras del Liceo, Calasancias, Oleiros... y después los equipos más grandes se nutren de nosotros". Un pez chico que por una vez puede meterle el diente al grande.