El nuevo jugador del Athletic Club Ibai Gómez se despidió ayer entre lágrimas del Deportivo Alavés, tras anunciarse el traspaso del jugador entre los dos equipos vascos. En una comparecencia en la que no hubo lugar a preguntas, el vizcaíno leyó un comunicado en el que señaló que es "un día importante" en su carrera porque ama la profesión del fútbol y se entrega "en cuerpo y alma".

El extremo diestro deseó que el Alavés juegue en competición europea la temporada que viene y también aseguró que le costó "mucho tomar la decisión". Asimismo, remarcó que la afición albiazul es "lo único imprescindible en el club".