Se acaba la primera vuelta y el Leyma Coruña da síntomas de que se ha convertido en una máquina de ganar o por lo menos que la ha recuperado tras el tropiezo en Huesca. La victoria de ayer contra el Araberri fue la confirmación de que ya no tiene que mirar más para abajo. Por fin ha despertado del mal sueño. Y la pinta ahora, a punto de empezar la segunda vuelta, es estupenda. Frente a los vascos, el conjunto naranja exhibió múltiples opciones en ataque, en el que los triples fueron un arma explosiva. Hasta 16, 5 de Pino, 4 de Jeff Xavier, 3 de Ty Sabin y 2 de Mirza Bulic y Quinton Stephens. Un dato que demuestra que dentro de sus roles individuales de juego todos tienen su protagonismo, por más que ayer Sergi Pino sobresaliera con un partido candidato al MVP: 35 de valoración, 23 puntos con un cinco de cinco en canastas de tres, 5 rebotes, 6 asistencias y un tapón. La defensa es otra de las claves, aunque en el partido de ayer no fue precisamente su mejor virtud aunque le acompañó cuando menos acertado estuvo. Un balance para la séptima victoria de la temporada para la decimosegunda posición y hacia arriba. Porque ya se aleja al meterle dos triunfos a sus perseguidores. El play off, objetivo para el segundo tramo del curso, se sitúa a dos.

El Araberri solo tuvo dos ventajas, casi al principio, cuando se puso 6-8 arriba. Momentáneamente porque acto seguido Sergi Pino respondió con un triple (9-8) y aunque los vascos volvieron a tomar la delantera (9-10), ya no pudieron con un nuevo triple de Quinton Stephens a los que siguieron una canasta de un inspiradísimo Pino, otra de Stehpens y tres de tres puntos de Jeff Xavier (25-16). 15 de los 25 puntos del Leyma fueron de triples en este primer cuarto, sin rotaciones del cinco inicial , formado por Pablo Ferreiro, Xavier, Pino, Stephens y Jonathan Araujo, hasta los últimos cinco segundos. Eso arregló la pérdida del rebote (7 por 14), aunque el conjunto visitante tuvo un porcentaje de acierto en el tiro bastante bajo y dependió demasiado de su base Junior Robinson -un jugador de tan solo 1,65 metros de estatura-, al que le costó entrar en calor.

Gustavo Aranzana dejó para el segundo cuarto a la segunda unidad. Cambio completo de cinco sobre la pista sin bajar el rendimiento. La buena circulación de balón dejaba buenas opciones de tiro a los pívots, que también se animaban desde el exterior, como el triple de Mirza Bulic que mandaba la ventaja a los 14 puntos, que aumentarían a los 15 tras un 2+1 de Michael Uchendu. Con el 35-20 los locales tuvieron un pequeño bache de juego. Los triples que le habían dado vida hasta entonces dejaron de entrar y el Leyma estuvo tres minutos sin anotar, lo que le costó un parcial de 0-7 que se rompió con dos tiros libres de Stephens. Hasta el descanso, todo lo que entró por parte de los naranjas fueron triples: uno de Sabin y dos de Pino. 46-35.

Lejos pero tan cerca. El baloncesto es cuestión de rachas. Junior Robinson salió encendido del vestuario tras el descanso. Repartió juego, imprimió velocidad al Araberri y anotó el primer triple de los vascos en el partido. La ventaja se redujo a cuatro (46-42) y (48-44). Nada que no pudieran solucionar, de nuevo, los amigos los triples. Dos más de Pino, otro de Xavier. Así es muy fácil salir del atolladero (57-46). Pero el Araberri era otro. No había marcado ninguna canasta de tres en veinte minutos y en poco más de cinco hizo cuatro. Eso le permitía mantenerse haciendo la goma, con un Robinson que cerró el tercer cuarto con un manual de aceleración para un 68-59 que lo dejaba todo abierto para el último.

Era el momento de apretar en defensa, sobre todo porque los visitantes estaban en una línea ascendente. No podían llegar a creer en la remontada. El juego fue el de intercambio de golpes. Y eso beneficiaba al Leyma, que iba por delante. La canasta de uno era respondida por la de otro. Desde dentro y desde fuera, porque al Araberri le llegó la inspiración tarde. Le falló en los tiros libres, con 2 de 8, una estadística en la que los locales estuvieron impecables con pleno de 12 de 12, cinco en los minutos finales. Con 85-74 quedaban tres minutos y medio y Sergi Pino entró en la pista. Llamó a sus compañeros. Los juntó. Les habló. Como un capitán. No parecía que peligrara la victoria pero no había que confiarse. El Leyma siguió a su ritmo y defendió mejor que nunca en los momentos clave. De poco le sirvieron dos triples finales al Araberri. Ya era tarde. Stephens cerró la anotación con el 96-82.