La definición a la contra de David Torres, unida a la potencia de un incombustible Eduard Lamas y a las paradas decisivas del imbatido Xavi Malián, permitieron darle ayer al entrenador Juan Copa un regalo de cumpleaños en forma de victoria frente al Caldes (4-0). Termina la primera vuelta y la situación del Deportivo Liceo es mejor de lo que hace un par de semanas se podía soñar. El Barça, que apuntaba a que se daría un baño triunfal, de momento no se ha escapado de forma definitiva. Y el equipo coruñés es ya el único en disposición de frenarlo porque los que iban por detrás, Reus y Caldes, que hace nada estaban pegados, se han alejado a cinco y seis puntos respectivamente de los verdiblancos. Eso si se mira hacia abajo. Si se hace hacia arriba, la distancia con los azulgrana es solo de cuatro. Y ambos medirán fuerzas en el próximo partido, el que abrirá la segunda vuelta, el martes 22 en el Palau Blaugrana. Hay liga. Hay vida.

El duelo de ayer no era un trámite. El Caldes se presentaba en el Palacio de los Deportes de Riazor con una vitola de equipo peligroso al que no hay que hacerle ni una sola concesión. Problemas físicos y una enfermedad, además, habían mermado a los jugadores locales durante la semana, así que el técnico no se la quiso jugar y convocó del filial de OK Plata a Facundo Bridge y Martín Payero. El descanso iba a ser fundamental no solo para el partido de ayer, sino también pensando los que vienen por delante, porque antes del Palau el Liceo todavía tendrá que visitar al Sporting de Portugal en la Liga Europea (sábado 19). El Caldes, no obstante, peleó y no permitió ningún tipo de relajación. Solo en los últimos diez minutos pudieron sentenciar los locales y tomárselo con un poco más de calma.

Al descanso, de hecho, la renta era de un solo gol (1-0). Aunque el Liceo insistía más, sobre todo por medio de disparos lejanos de Eduard Lamas, no tenía ocasiones muy claras de combinación. Se adelantó a la contra cuando Josep Lamas recuperó una bola en su área, corrió hacia la contraria y se la pasó a David Torres, que coló la bola rasa y por debajo al portero visitante, Cesc Campor. El conjunto dirigido por Eduard Candami pudo empatar con un penalti, pero Malián frenó el tiro de Roger Acsensi. La ventaja era corta, pero los verdiblancos no parecían nerviosos. Solo las faltas, ocho, podían inquietarle.

Se pudieron relajar más en el inicio del segundo acto. Pese a que Sergi Miras mandó al palo el penalti del que dispuso, Eduard Lamas anotó el segundo poco después en una de sus acciones individuales. La bola parada supuso otra opción para el Caldes, que dispuso de un nuevo penalti. El resultado fue el mismo que el anterior, con Malián impidiendo que la bola mandada por Ferrán Rosa traspasara sus dominios. Para rematar la faena, Torres, de nuevo a la contra y otra vez por debajo del portero hizo el tercero, justo antes de que a los verdiblancos les penalizasen con la décima falta. No hubiese pasado nada, porque ahí estaba Malián para hacerse grande ante el tiro de directa de Blanque. Para completar su partido, Torres se lució con el cuarto, el tercero en su cuenta. También a la contra. Pero cambió la finalización para batir a Campor por arriba. Definición perfecta y ganadora.