El Socuéllamos se proclamó ayer en Mallorca campeón de la Copa Princesa de voleibol tras imponerse por 3-2 al Cide local. Un día antes, había sido el verdugo del Zalaeta en un partido agónico que se decidió en el quinto set con un apretado 15-13 final. Lo tuvieron cerca las coruñesas, que tenían opciones incluso de haber sido ellas las vencedoras del trofeo. "Es duro porque se demostró que podía haber ganado cualquiera y nosotras nos quedamos a muy poco. Pero no podemos pararnos aquí. Ahora tenemos que centrarnos en la segunda vuelta porque si todo sigue así estos mismos cuatro equipos -Socuéllamos, Cide, Extremadura y Zalaeta- nos veremos las caras en la fase de ascenso a Superliga y esperamos tomarnos la revancha", resume Patro Santos, la capitana del equipo coruñés.

Las sensaciones de la Copa son agridulces. El conjunto dirigido por Jorge Barrero debutaba y solo su presencia en la Copa ya era un hecho histórico, "un premio por la primera vuelta". Pero una vez en Mallorca los objetivos eran ambiciosos y se quedó a las puertas. "Es más duro perder por 3-2 que por 3-0", dice la colocadora. Fue un resultado que se repitió en los tres partidos disputados en Mallorca ya que el Cide ganó en semifinales al Extremadura por 3-2, después repitió el Socuéllamos ante el Zalaeta y ayer este clavó marcador en la final frente al Cide. "Éramos cuatro equipos muy competitivos y se demostró que el nivel era muy parejo", analiza, "pero a nosotras nos hubiese llegado llegar mejor preparadas porque no jugábamos desde el 16 de diciembre y no estuvimos con el entrenador hasta el jueves -Jorge Barrero estuvo en el Preeuropeo con la selección española-".

La capitana espera la revancha para la fase de ascenso pero para eso hay que clasificarse, ya que al igual que a la Copa van los dos mejores de cada grupo de Superliga 2. "Por eso no podemos parar ni lamentarnos. La próxima semana ya tenemos partido de liga. Somos primeras y nos enfrentamos contra el segundo", anuncia. Y sin presión. "Esa es para los que cobran y han fichado jugadoras", explica y define al Zalaeta como "un equipo de andar por casa": "Somos prácticamente todas de aquí -salvo Eleonora Guzzi- y ninguna cobramos. Pero estamos funcionando bien. Ya llevamos tres años juntas, nos compenetramos y las circunstancias de esta temporada están siendo buenas".

La posibilidad del ascenso a la máxima categoría cobra fuerza aunque la parte económica vaya a ser la más complicada. Por eso también se acentúan los rumores de una posible fusión entre los principales equipos de la ciudad para hacer un proyecto y llegar a la elite. "Ya ha llegado a nuestros oídos que está en marcha. Sería hacer como el Marineda en su día. Nosotras no sé si tendríamos cabida en él, así que de momento vamos a disfrutar de lo que estamos haciendo", concluye.