La selección española de balonmano certificó ayer su clasificación para la segunda fase del Mundial de Alemania y Dinamarca con, al menos, dos puntos en su casillero, tras imponerse a Macedonia en un duelo en el que España arrolló al conjunto macedonio con un espectacular arranque de segundo tiempo, en el que no falló ninguno de los siete primeros tiros que intentó.

Con una diferencia de seis goles, Macedonia se rindió y España, que hoy se jugará ante Croacia la posibilidad de acceder al segundo turno con cuatro puntos en su casillero, aprovechó para rotar sus piezas, sin que ello le impidiera seguir aumentando el marcador como reflejó el 21-32 final.