El Deportivo Liceo tiene una difícil misión, que no imposible, para clasificarse para cuartos de final de la Liga Europea después de perder ayer en Lisboa contra el Sporting de Portugal, ya con billete para la siguiente fase, en un partido que llegó a dominar por 1-3, pero que se escapó en la segunda parte por pequeños detalles y por la enorme efectividad del combinado luso. Con esta derrota, la tercera seguida en la competición continental, los verdiblancos se quedan con tres puntos por los nueve del Forte dei Marmi italiano, segundo del grupo B, y por lo tanto, prácticamente eliminados. Con solo dos partidos por delante, la única opción viable es que el Forte pierda los dos partidos que le quedan (Sporting y Liceo) y que el equipo coruñés gane ambos, contra Herringen y Forte, con el condicionante ante los italianos de remontar los tres goles en contra del partido de la primera vuelta, pues allí cayó por 5-2. Lo dicho. Difícil, pero no imposible. Porque ya no depende ni siquiera de sí mismo. Si la próxima jornada el Forte gana o empata a un Sporting que ya no se juega nada, dirá adiós a la Liga Europea antes de lo esperado.

Las opciones ya eran pocas antes de empezar el partido de ayer contra el Sporting. El Liceo estaba contra las cuerdas y necesitaba puntuar. Y estuvo muy cerca. Los portugueses, con un inicio arrollador, se adelantaron en el minuto 6 por medio de Pedro Gil. Los verdiblancos, no obstante, aguantaron bien el chaparrón y poco a poco y con mucha calma se hicieron con el dominio. Buenos movimientos en ataque dejaban muchas veces a sus delanteros solos frente a Girão. Mediado el primer tiempo, llegó la reacción. Josep Lamas robó, se fue a la contra, se la pasó a Coy y este se la devolvió para que solo la tuviera que empujar. Una azul a Font permitió el 1-2 con la directa ejecutada por Eduard Lamas y llegaría el tercero en la clásica combinación Miras-Di Benedetto culminada por el francés. El capitán João Souto, a 48 segundos para el descanso, redujo la distancia.

Nada más empezar el segundo tiempo, y tras varios avisos liceístas, empató Raúl Marín en una contra imparable llevada entre él y Pedro Gil. Este fue el encargado de hacer el cuarto y Marín, el quinto con un penalti muy discutido por los verdiblancos. Pese al 5-3, el Liceo siguió intentándolo y se puso a un gol de diferencia con una falta directa de nuevo transformada por Eduard Lamas. Con el partido muy abierto y los coruñeses volcados en ataque, João Souto aprovechó para sentenciar con el sexto. Derrota que no habrá tiempo de llorar. Porque hay otra final a la vuelta de la esquina. El martes, visita al Palau para seguir manteniéndose con vida en la OK Liga.