La japonesa Naomi Osaka y la checa Petra Kvitova serán las protagonistas de la final femenina del Abierto de Australia, primer Grand Slam, tras imponerse a la checa Karolina Pliskova (6-2, 4-6 y 6-4) y la estadounidense Danielle Collins (7-6 y 6-0). Además del título, las dos tenistas se jugarán también ser la nueva número uno del mundo.

Osaka, cuarta cabeza de serie, se clasificó para su segunda final consecutiva de un grande y buscará repetir el éxito del US Open. La asiática estuvo a un nivel sensacional con el servicio, con el que logró 15 aces, y añadió otros 41 golpes ganadores más para acabar con las esperanzas de la centroeuropea de llegar a su segunda final de un Grand Slam tras la perdida en 2016 en Flushing Meadows.

Kvitova, por su parte, acabó con el sueño de la revelación del torneo. La americana plantó cara en la primera manga, pero acusó el golpe de perderla en el tie break y fue desarbolada por su rival, muy agresiva en todo momento. Esta final es un premio para la jugadora checa, doble ganadora de Wimbledon (2011 y 2014), que se recuperó de las graves heridas en su mano izquierda tras evitar a finales de 2016 un intento de robo en su propio domicilio.