El CF Reus Deportiu anunció ayer que apelará al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) la sentencia del juez social de LaLiga y pedirán la "suspensión cautelar" de la misma, que dicta la expulsión del club por tres años de la competición profesional y una multa de 250.000 euros.

"Los nuevos propietarios del Reus informan de que tras reunirse con el despacho de abogados Cuatrecasas, respetando la decisión emitida, entienden que es contraria a Derecho y han decidido apelar al TAD", señaló el club tarraconense en un comunicado.

En el mismo escrita, aseguran que pedirán al TAD la "suspensión cautelar" de la sentencia, que conlleva su salida inmediata de LaLiga 1/2/3 y la expulsión de cualquier competición profesional para los próximos tres años, debido a los impagos a futbolistas y a la crisis financiera de la entidad.

Además, los nuevos propietarios del club reusense, anteriormente en manos de Joan Oliver -causante de la crisis actual-, consideran que la decisión de LaLiga de liberar a jugadores del primer equipo "perjudica gravemente" la situación económica de la entidad.

El director general ejecutivo y presidente del Reus Deportiu, Clifton Onolfo, afirma que los jugadores no deberían haber sido liberados y que solo el propio club o la RFEF podrían haber aprobado "esas medidas".

También cree que las pérdidas en "millones de euros" provocadas por la libertad de esos jugadores deberían ser "substituidas o recompensadas". "Estamos luchando por los 109 años de historia del club y necesitamos todo el apoyo oficial de la ciudad y el territorio", aseguró Onolfo.

La marcha de diversos futbolistas permitió a otros equipos de Segunda División reforzarse con estas contrataciones, el Elche fue el último beneficiado, pues recibió la cesión de Alfred Planas, fichado por el Alcorcón.

El club madrileño contrató al centrocampista de 22 años y lo cedió al conjunto ilicitano hasta final de la presente temporada. Planas jugó este curso diecinueve encuentros entre LaLiga 123 y la Copa del Rey con el Reus, siendo titular en doce de ellos.

La expulsión del Reus de la competición de Segunda supone que todos los resultados de la segunda vuelta se computen como triunfos para cada uno de sus rivales, mientras que se mantienen los marcadores alcanzados por el equipo sobre el terreno durante la primera mitad del campeonato. Esta decisión no afecta al Dépor, uno de los diez equipos que venció a los catalanes en la primera vuelta.