Fuera, Helena. Dentro, el tsunami naranja. El Palacio de los Deportes de Riazor rozó ayer el lleno, con solo algunos huecos en los laterales de las gradas. Un gran ambiente para dar calor pese al frío a un Leyma que necesitaba ganar al Prat. Con la mascota Leymito al frente y la voz del speaker Sergio Tomé, el pabellón se lució con el mosaico previo a la primera y la segunda parte. El público volvió a responder a la campaña del club por la cual cada socio y abonado podía invitar a cuantas personas quisiera al partido. La afición animó, presionó y, sobre todo, disfrutó. Y terminó haciendo la ola en un último cuarto mágico. La vida en naranja.

El Básquet Coruña siempre hace para que sus partidos sean un espectáculo tanto cuando los jugadores están sobre la pista como cuando no. Una de las novedades fue la puesta en marcha de una modesta Kiss Cam. "Como nos faltan los recursos económicos para las pantallas", explicó Tomé, "nos hemos inventado el Biquiño aquí". Los niños del club, desperdigados por la grada, desplegaban una pancarta con este mensaje ante los elegidos, que tenían que besarse. Entre el primer y el segundo cuarto, además, se homenajeó en el programa 17 partidos, 17 causas a la Asociación Gallega de Fibrosis Quística y en el descanso actuaron las deportistas del Club Ximnasia Coruña. Antes del último cuarto, por último, se sortearon unas caricaturas de Davila.