Se llevó el MVP de la pasada jornada en la LEB Oro y acaba de recibir la noticia de que debutará con la selección de Bosnia. Y aun así, Mirza Bulic (Eslovenia, 1992) quiere más. Seguir trabajando, seguir ganando y que el Leyma llegue al play off de ascenso. Porque su meta es jugar en la ACB y cree que el equipo coruñés es un buen pasaporte para cumplir su sueño.

- Va a decir que lo importante es la victoria del equipo, no la valoración personal, pero es imposible que se acueste igual un día cualquiera que gana el Leyma que el que hace 42 puntos.

-Lo diré muchas veces. Lo más importante es ganar. Un día marcaré puntos yo, otro Sergi (Pino), otro Carlos (Martínez)... A mi padre, que le gusta ver mis partidos, sé que le pone muy contento cuando juego tan bien. Estoy más contento por él que por mí. Pero claro que estoy contento. No es nada fácil marcar casi 30 puntos y 42 de valoración. Pero de verdad que no le doy mucha importancia.

- ¿Está en su mejor momento?

-Eso no depende solo de meter tiros o no. Estoy en un mal momento físico, no estoy al cien por cien, con problemas en la rodilla. Puedo dar mucho más. El equipo también. Podemos mejorar, sobre todo en la defensa de pick and roll. Cuando defendemos bien, nadie nos puede parar a la carrera. Pero si no jugamos bien atrás, no podemos correr. Estamos trabajando en estas cosas.

- En su perfil de Twitter pone Never give up of your dream (nunca renuncies a tu sueño). ¿Cuál es el de Mirza Bulic?

-Tengo un recorte de periódico de cuando tenía 16 años en el que decía que mi sueño era jugar algún día en la ACB o en la liga italiana. Por eso cuando me llamaron hace cuatro años de España, que era para jugar en la LEB Plata, cogí la oportunidad aunque sabía que tengo cualidades y talento para estar más arriba.

- ¿Cuándo se dio cuenta de que era bueno al baloncesto?

-Todavía no lo sé (se ríe). Firmé mi primer contrato profesional con 16 años. Después, con 18, me llamaron de la selección de Bosnia y fui a un Campeonato de Europa en Israel y me eligieron como mejor jugador del equipo. Ahí me di cuenta de que tenía que trabajar más porque podía de verdad.

- ¿Qué le gustó del proyecto del Básquet Coruña?

-Que tiene aspiraciones para jugar en la ACB. Hablé con Gustavo (Aranzana), con el presidente, y sabía que este club tiene ambición por estar arriba. Después de dos años luchando en un equipo por no bajar, quería estar en un play off y luchar por subir.

- Sin embargo llega y se encuentra con nueve derrotas seguidas que complican el objetivo.

-No estoy enfadado por eso. Estoy feliz. No miro el puesto en la clasificación. Es que no tuvimos suerte, sobre todo con las lesiones. Por cómo trabajamos con Gustavo (Aranzana), con Gus (Gago) el preparador físico, con Charlie Uzal, con Román (Gómez), sé que vamos a estar donde yo quiero, arriba.

- Es un tres reconvertido en cuatro. ¿Cambia mucho el rol?

-El primer año en el Araberri en LEB Plata solo jugaba de 3. Después en Huesca ya estuve de 3 y 4. El año pasado y este juego de 4. Pero en una semana voy a debutar con la selección de Bosnia Herzegovina y creo que el entrenador me prefiere como un 3. Es lo mismo. La diferencia es poca. Solo un poco más de esfuerzo para luchar por el rebote cuando soy 4.

- Si el club no encuentra un pívot para sustituir a Araujo, ¿se ve jugando de 5?

-Sería difícil porque esta liga es muy profesional, con cincos muy altos y muy fuertes. Tendría que jugar con muchas trampas. No tendría tanta fuerza como ellos, pero pensaría más. Da igual, de 3, 4 ó 5, como si fuera de 6 ó 7. Lo importante es estar sobre la pista.

- ¿Con qué compañero se entiende mejor en la pista?

-Con Zach Monaghan. Es que es muy fácil, solo necesitas mirar el balón porque sabes que te va a llegar. También con (Quinton) Stephens. Como no tengo tanto talento como ellos, los necesito para que me lleguen balones.

- Dice que no tiene talento, pero es el jugador del Leyma con la media de valoración más alta de la temporada.

-No lo sabía. Pero eso es por corazón. ¿Cuántas veces estoy en el suelo para forzar faltas? Mi trabajo es defender.

- Carácter no le falta. En los partidos no para da hablar.

-Es para animar, al público, a los jugadores. Algunas veces hablo con los rivales, otras conmigo mismo... hablo mucho, especialmente cuando me va bien.

- ¿Es un rasgo bosnio?

-Totalmente, es el carácter bosnio. Cuando pierdo la confianza en mí, necesito decirme unas cuantas cosas para sacar todo. El carácter ganador es lo que nos hace buenos en el deporte y eso es algo que no se puede aprender. Pero sí, hablo mucho, alguna vez Zach me manda callar (se ríe).