Ter Stegen impidió ayer la derrota del Barcelona en San Mamés con dos espléndidas paradas a disparos de Markel Susaeta e Iñaki Williams que fueron las mejores ocasiones del clásico de esta noche en Bilbao ante el Athletic que terminó sin goles.

El 0-0 final fue quizás demasiado premio para un Barça que no generó oportunidades de gol, aunque sí que mantuvo la iniciativa en el juego durante más tiempo. Y quizás demasiado castigo para un Athletic que tuvo las mejores ocasiones y aguantó estoico el infructuoso dominio visitante del segundo tiempo.

Con este empate, los de Ernesto Valverde ceden dos de los ocho puntos que mantenían en la tabla sobre el Real Madrid, que ahora queda a seis, y amplía en uno, a siete, la diferencia sobre el Atlético de Madrid, que cayó a la tercer plaza.

Los de Gaizka Garitano, por su parte, se mantienen en la pelea por escapar desde descenso a la que los devolvió la derrota de la pasada semana en Anoeta y en la que adquieren cuatro puntos de ventaja sobre esas temidas posiciones.

Al final jugó Messi, la duda que planeaba sobre el partido. Y por tanto también salió Balenziaga para hacer una pareja de bailes ya clásica en la última década. El que no jugó fue Muniain, uno de los cinco cambios de Garitano respecto a Anoeta, su única derrota liguera y el peor partido de su equipo con él en el banquillo.

El choque arrancó con el Athletic más intenso y también más peligros. Hasta el punto de que Ter Stegen fue el mejor de los visitantes en una primera mitad en la que los leones gozaron de hasta tres buenas ocasiones para marcar.

El partido concluyó con un final de asedio barcelonista sobre el área local y la defensa de un Athletic que, no obstante, no renunció a los contraataques, pero ninguno alcanzó su objetivo.