Veintidós puntos repartidos en 16 en el tercer parcial y seis en el último fueron la pobre cosecha del Leyma en toda la segunda parte de su partido de ayer en Bilbao. Y ante un equipo del potencial del vasco, que lucha por regresar a la ACB, no se puede fallar de esa manera. Y eso que antes del descanso se estaban haciendo las cosas bien. Solo eran siete los puntos que separaban a ambos y lo que hacían soñar a los naranjas con dar la campanada en una pista tan complicada como la de Miribilla. Pero un 29-16 tras la reanudación y un 14-6 en el último cuarto finiquitaron al conjunto coruñés, que queda duodécimo con ocho triunfos.

Gustavo Aranzana reconoció tras el partido el mal rendimiento, sobre todo en ataque, de su equipo. "Cuando pudimos liberar tiros, fallamos. Tuvimos muy mal porcentaje y eso que somos el cuarto equipo en ataque de la liga. Un mal día", analiza. Pero tampoco el Leyma encontró su ritmo: "Intentamos cambiar jugadores, estructuras, fórmulas, nada, no funcionaba". Eso unido a las numerosas pérdidas de balón -"hubo un momento que era pérdida tras pérdida y eso que habíamos hablado de minimarlas"- a que se escaparon los rebotes y a la buena defensa local dio como resultado la abultada derrota. A nivel individual el técnico también se lamentó del pobre rendimiento: "Monaghan solo tiene el nombre en la camiseta".