El Liverpool y el Bayern Múnich empataron sin goles en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones en un duelo donde los bávaros dejaron claras sus escasas intenciones de buscar la portería adversaria a su rival confiando toda su suerte al partido de vuelta en Alemania. El equipo de Jurgen Klopp puso más intención para desnivelar el marcador, pero ni unos ni otros pudieron ver puerta en Anfield. Los jugadores de Niko Kovac se llevaron un empate que les permite partir con ventaja para cerrar la eliminatoria en casa con la dificultad de que cualquier igualada con goles beneficiará al conjunto inglés.