Otras semifinales. El Deportivo Liceo es experto en superarse, rearmarse cuando parece que ha tocado fondo. Lo demostró en los cuartos de final con una exhibición ante el Igualada que le situó en el siguiente paso de la Copa del Rey, donde se enfrenta al Lleida (Pavelló Olimpic, 18.00 horas). Si siempre se dice que el equipo coruñés lleva quince años sin ganar esta competición y llevaba catorce sin acceder a la final, hasta que lo consiguió el curso pasado, lo que no se suele resaltar es que de las últimas quince ediciones llegó al segundo partido en doce ocasiones. Una cita con la regularidad a la que tampoco fallaron los verdiblancos, a la espera de dar un paso más contra el Lleida.

Por un lado, el Liceo se libra de tener que enfrentarse al anfitrión, que iba a tener el público de su lado y a meter mucha presión. Aunque también le tenían ganas los coruñeses, que no se olvidan de la eliminación en los cuartos de final de la Liga Europea del año pasado. Pero el Lleida no va a ser fácil. Todo lo contrario. Es el vigente campeón de la Copa CERS, lo que demuestra que se maneja bien en este tipo de competiciones. En cuartos de final secó literalmente a los rojinegros, que apenas pudieron llegar con peligro y solo en los últimos treinta segundos encontraron el premio del gol. Y en el único enfrentamiento de esta temporada la victoria fue ilerdense en un encuentro con muchas alternativas y que decidió un gol a 19 segundos para el final de Joan Cañellas (5-4).

En aquel partido, disputado en el mes de diciembre y al que Juan Copa reconoce que llegaron muy justos de fuerzas, ya tuvieron mucho protagonismo los hermanos franceses Di Benedetto. El liceísta Carlo y Roberto marcaron dos goles cada uno. Faltó Bruno, el mellizo de Roberto, que no pudo jugar. Parece que los tres sí estarán hoy sobre la pista. Di Benedetto elevado al cubo. La duda era la de Roberto, que acabó lesionado el partido contra el Reus del jueves, aunque no reviste de gravedad y se quedó el susto en un golpe. Un partido especial para los tres. Será la última Copa de Carlo en el Liceo -por el momento- ya que el año que viene jugará en el Porto. Y es posible que la próxima sus dos hermanos la jueguen, pero con la camiseta del equipo al que hoy se enfrentan.

El Lleida está muy conjuntado y sabe a lo que juega. Se maneja bien en todo tipo de escenarios: de resultado ajustado, como en el caso de los cuartos de final contra el Reus; y los correcalles de golpes continuos. El portero para mucho. En ataque ha perdido poderío con la marcha del argentino Darío Giménez, pero cualquiera está capacitado para hacer gol. Como en todos los partidos de esta índole, el que cometa menos errores y aproveche la bola parada tendrá mucho a su favor. La final espera.