Sergio Tomé es un apasionado del deporte. Fue jugador de baloncesto y tras colgar las zapatillas cogió el micrófono para convertirse en el speaker del Leyma. Desde hace un año también lo es el del Liceo, lo que le llevó a ser el maestro de ceremonias del Campeonato de Europa celebrado en A Coruña el pasado verano y más recientemente, de la Copa del Rey disputada en Reus durante el fin de semana.

- ¿Cómo le fue en Reus?

-Fue una experiencia increíble, con 16 aficiones en el mismo pabellón. Es muy buena idea que chicos y chicas compartan el espacio, se creó un gran ambiente. Tengo un montón de ofertas para visitar ciudades de Cataluña y de Asturias. He recibido muchas felicitaciones. Lo único que me costó fue ser imparcial con el Liceo, del que quiero decir que estoy muy orgulloso.

- ¿Dará abasto con tantas peticiones de trabajo?

-Voy a montar una empresa de speakers para eventos deportivos.

- ¿Cómo empezó?

-Fue en el baloncesto, con el Leyma, hace cinco años, cuando dejé de jugar en el primer equipo. Siempre había tenido fama de ser muy salsero y también tenía y tengo una empresa de ocio con niños. Así que parecía que pegaba el tema. Un día el speaker oficial no vino y me preguntaron si me importaba ponerme a mí... y ya me quedé cinco años. Me explicaron las normas, porque hay muchas más de las que la gente piensa, me puse y salió bien. Bueno, bien para lo que era ese momento. Si ahora hago un partido así me moriría de vergüenza.

- ¿Cuáles son esas normas?

-Depende del deporte. Las estudio antes de hacer cualquier evento porque si no puede tener un problema el club organizador. En baloncesto, por ejemplo, no puede sonar la megafonía cuando el equipo contrario tiene el balón en posesión y solo puede sonar cuando el equipo local tiene la pelota, pero antes de pasar del medio de la pista. En hockey no se puede hablar cuando la bola está en juego, da igual quien la tenga. Además las multas son bastante altas.

- ¿Se imaginaba este éxito?

-No, nunca lo pensé. Pero he de reconocer que cada vez me lo paso mejor, que cada vez conecto mejor con el público, tanto del Liceo como del baloncesto. Lo hago por diversión y creo que consigo transmitir ese buen rollo a la gente. A mí lo que me gustan son los niños y hacerles los partidos más divertidos es lo que me anima. Y ellos son súper agradecidos. Nadie puede tener un mal día con un niño al lado que te sonríe. También es cuestión de suerte. Todo cambió el día que marqué la canasta con una mano desde el centro de la pista. Que lo suelo practicar y meto más de las que se pueda pensar, también de espaldas. Al salir el artículo en LA OPINIÓN y los videos... todo cambió. Ahora la Federación Española de Patinaje también me reta a cosas de hockey. Y lo consigo porque entreno, aunque mis amigos dicen que es suerte. Mi función es que no haya tiempos aburridos. Antes iba a ver el Liceo y el descanso era mirar a una pista vacía.

- ¿Cualquier cosa para a dinamizar el deporte coruñés?

-Sí. El baloncesto ahora tiene mucha más gente que el Liceo. Espero que algún día tengan los dos el pabellón lleno.

- ¿Se cuida la voz durante la semana con algo especial?

-Trabajo con niños y me cuesta no chillar. Pero normalmente los días de partido y los anteriores lo intento. Soy adicto a los McFlurrys. Me ayudan a enfriar la garganta.

- ¿Es más de llevarlo todo preparado o de ir improvisando?

-Suelo ver la NBA porque hacen muchos concursos y así saco ideas. También corto las canciones que están de moda para ponerlas y tengo listas para cada momento.

- En el baloncesto ya hay muchas fórmulas, ¿en hockey ha tenido que ir inventándolas?

-Sí. Lo que hago es ir a ver los entrenamientos de los niños para adaptarlo a los concursos de los partidos. Así son asequibles.

- ¿Le marcó el Europeo?

-Fue el primer gran evento que tuve y tuvo mucha difusión. Desde ese momento me llamaron de muchos más sitios. Fueron muchos partidos, desde las nueve de la mañana hasta las doce de la noche. Pero un ambiente buenísimo. Y sobre todo que los jugadores se prestaban a hacer de todo.

- Y justo llegó a la final sin voz.

-Iba a hacer solo los partidos que daban por la tele, los de España y Portugal. Pero al final fueron todos. Fue regulando... pero no llegué al gran momento.

- Tiene ya algún mote, como Sergi Metralleta Miras. ¿Le gustaría tener apodos para todos?

-Intento pasar tiempo con ellos porque son los protagonistas y les pregunto. Fue Sergi el que me dijo que quería que le llamara así. Este año es el primero que pongo voces diferentes para llamar a los jugadores y ya hay gente que me dice que utiliza el mismo tono que yo. Eso mola. Igual que cuando los niños te piden fotos y autógrafos. Formas parte del espectáculo.

- ¿Cómo imagina un futuro ideal para el deporte coruñés?

-El Dépor en Primera, el Leyma en la ACB y el Liceo recuperando la pole position de la Champions y de la OK Liga. Es un poco idílico. Pero lo que sí es cierto es que en los últimos años el Liceo está recuperando gente y al Leyma va mucho público. Y yo creo que el tema del speaker ayuda.