El expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) Ángel María Villar acudió ayer a la Audiencia Nacional para prestar declaración como investigado dentro de la operación Soule, en esta ocasión para responder sobre pagos a empleados y personas vinculadas al organismo denunciados como ilegales. Villar declaró ante el juez Santiago Pedraz que la responsabilidad de contrataciones del organismo recaía en el secretario general. La declaración de Villar se prolongó durante una hora aproximadamente, en la que el exdirectivo se expresó en este sentido al ser cuestionado por pagos presuntamente irregulares hechos a empleados y personas vinculadas a la RFEF. Villar respondió solo a las preguntas de la Fiscalía y de su abogada y también mencionó como responsable de estos temas al departamento económico con Juan Padrón al frente como vicepresidente primero y Juan Luis Larrea como tesorero.