El Leyma disputa un partido especial esta noche en Palencia (21.00 horas), donde intentará lograr una victoria que le sirva para dedicársela a su entrenador, Gustavo Aranzana, que atraviesa por un momento delicado después de haber despedido ayer a su madre en Valladolid. No será fácil ante uno de los grandes de LEB Oro, un equipo renacido tras un bache y que marcha sexto en la clasificación con catorce triunfos, cinco más que los que tienen los naranjas, todavía lejos del objetivo del play off, a cuatro victorias. Esta semana el conjunto coruñés ha sido noticia por el inicio del proceso de compra de acciones, con el que empieza a cumplir los requisitos de la ACB, y también por la incorporación del pívot Adjehi Baru, con el que el equipo pretende ganar presencia bajo tableros, una de las constantes claves para Aranzana jornada tras jornada. Si el Leyma domina el rebote, gana el partido.

Y es que la plaga de lesiones ha sido una constante a lo largo de todo el curso. Los dos jugadores llamados a ser las estrellas de la plantilla, el estadounidense Zach Monaghan y el británico Quinton Stephens, no arrancan. Cuando no es una cosa, es otra. Ellos marcan la diferencia, aunque también es cierto que ante su ausencia, sus compañeros dieron un paso adelante. Un día uno. Otro día otro. Bien Sergi Pino, Ty Sabin, Jeff Xavier Mirza Bulic y Michael Uchendu han tomado las riendas y salido al rescate en los momentos más delicados. Pero con ellos la vida sería más fácil. La salida de Jonathan Araujo, unida a los problemas de rodilla de Stephens, hicieron al club mover ficha. Ya debutó Víctor Serrano, que en dos partidos aportó rebote y puntos bajo canasta. Y en los próximos días se espera que llegue Baru, que ha disputado varios partidos con la selección de Costa de Marfil.

El Leyma viene de ganar al Cáceres en un partido en el que tuvo subidas y bajadas, pero en el que la defensa fue una constante. Tendrá que mejorar si quiere tener opciones ante un Palencia que es un bloque muy fuerte y liderado en anotación por Steve Vasturia, con casi 18 puntos por encuentro. También tiene buen juego interior, con el experimentado Urko Otegi. Los palentinos renacieron tras seis derrotas seguidas. El club destituyó a Alejandro Martínez como técnico y contrató a Carles Marco, con el que llegaron las tres últimas victorias (Huesca, Lleida y Castelló).