Directo, realista y sincero. Es el discurso del novelista Pepe Mel. "No es fácil, no voy a engañar a nadie, pero cuando uno es entrenador debe saber manejarse en todo. Vengo a trabajar muy duro para que la UD Las Palmas esté en el play off. Lo tenía muy sencillo con no haber aceptado, nadie me obliga a estar aquí, pero creo en ello (...) Tengo que convencer a los jugadores, para que pueden hacer en 14 jornadas lo que les ha costado en 28".

Para Mel, no hay que mirar más allá del partido de este domingo ante el Deportivo (20.30 horas). Es el estreno del tercer técnico de un curso llamado a ser plácido, tras la hecatombe de la era Emenike, pero que se ha convertido en un infierno para el equipo amarillo.

"He visto a la Unión Deportiva desde mi casa, en Sevilla, con patatas y una cerveza. Tengo muy claro lo que apunté en las libretas y vi en los vídeos. Ahora voy a entrenar con ellos y voy a saber por qué Manolo [Jiménez] hacía esto o Paco Herrera, lo otro. La nómina de jugadores que tiene la Unión Deportiva nos tiene que dar para algo más que quedar en el 10 o el 11. Estoy aquí para estos 14 partidos, no me interesa nada más".

Desvela que tomará riesgos y la propuesta estética será la del espectáculo. Elogia a Rubén Castro, delantero que ha tenido durante siete campañas en el Rayo y Betis, y no despeja la duda de si jugará con dos puntas o uno. Se traza como meta recuperar a la grada del Gran Canaria. "¿Objetivo? Solo hay uno. Son catorce partidos. Tenemos un esprint final en el que hay que ir a full. No podemos dejarnos nada en el camino. Hay un horizonte que tenemos que alcanzar, el play off es el objetivo real y empezamos en A Coruña. Nadie se puede desviar del objetivo. De lo único que se tiene que hablar es del partido siguiente y centrarnos en eso. A los futbolistas hay que darles la sensación de que están capacitados, porque lo están, y que lo pueden conseguir. Creo que sí. Estamos en un espectáculo y cuando la gente no acude es porque algo falla. Tenemos que enganchar a la afición y eso tiene que conseguirlo el futbolista".

Insiste que no puede concebir que al recinto del estadio del Gran Canaria solo acudan 10.000 espectadores de media. "Quiero salir dentro de unos partidos y quiero ver el Gran Canaria lleno. Eso significará que los jugadores están enganchando a la gente". También confía en alcanzar el proyecto, o al menos dejar la sensación de morir de pie. "Sinceramente, vengo a un proyecto inmediato complicado en el que las cosas no han funcionado. Lo tenía muy sencillo con no haber aceptado, nadie me obliga a estar aquí", aseguró el estratega.

¿Qué rol tendrá Rubén Castro en su proyecto? "El que se merece. Hay que tener una fe tremenda en él, no voy a descubrir nada si digo que es un jugador peculiar y es preciso tener mucha confianza en él. Igual no aparece en 80 minutos, pero quizás le llegan dos balones y resuelve. Me ha respondido con más de 100 goles. Con él he ascendido a Primera y me he clasificado para Europa. Rubén te lo da todo".