El banquillo de Las Palmas es una auténtica silla eléctrica desde hace dos temporadas. Desde el momento en que Quique Setién anunciaba su marcha del club en marzo de 2017 han pasado hasta un total de nueve entrenadores más por el entorno de la banqueta del Gran Canaria. De Setién a Pepe Mel, un calvario.

Tras el adiós de Setién, llegó el entrenador por entonces del filial, Manolo Márquez. Seis jornadas duró Márquez en el banquillo amarillo. No se vio capaz de hacerse con el control de la plantilla y, tras dos victorias y cuatro derrotas, dimitió para dar paso a Pako Ayestarán. Los números del guipuzcoano fueron espantosos en los siete partidos que dirigió a Las Palmas. Seis derrotas y tan solo un empate en Liga.

Paquito Ortíz, que tuvo que ponerse al frente del equipo sin estar en posesión del título de entrenador, Paco Jémez, que finalmente se hundió con la nave amarilla de vuelta al infierno de LaLiga 123. La temporada comenzó con el proyecto Manolo Jiménez y catorce jornadas; después Paco Herrera y ahora es el turno de Mel.