Si al Deportivo Liceo le queda algún objetivo de aquí a final de temporada ese es el de asegurar la segunda posición en la tabla de la OK Liga. Habrá sobre todo dos partidos clave en este camino y los dos coincide que serán fuera de casa. El primero, el de esta noche en Sant Sadurní d'Anoia contra el Noia (Ateneu Agrícola, 20.30 horas) y después quedará otra salida complicada a Reus. Los verdiblancos tropezaron de forma inesperada contra el Vic en la última jornada liguera, pero nunca habían visto peligrar ese subcampeonato desde el que incluso llegaron a amenazar al Barça. Para demostrar que son el segundo mejor equipo de la temporada tendrán que hacer un esfuerzo extra y ganar en una pista complicada porque, de lo contrario, los catalanes se pondrán a tan solo un punto y empezará a peligrar el tramo final del curso.

Ahora mismo, la amenaza es doble. El conjunto que dirige Juan Copa es segundo con 47 puntos. Diez menos que un imparable Barcelona (57) que cabalga directo hacia un nuevo título. Y cuatro por encima que el Reus y el Noia (43). Por eso el partido de esta noche en el Ateneu es tan importante. Regresa el Liceo a un escenario histórico en el que hace solo unos días los locales se clasificaron para los cuartos de final de la Liga Europea. Algo que no consiguieron ni verdiblancos ni rojinegros, apeados antes de tiempo. De hecho, el Noia es junto con el Barcelona los dos únicos equipos españoles que se han colado entre los ocho mejores conjuntos de la competición continental. Muy significativo. Los de la capital del cava disputaron el sábado una final en su feudo contra el Monza y la victoria les dio una clasificación histórica.

Eso puede ser una lanza a favor de los coruñeses. Los catalanes han pasado por una semana de tensión y después, por la celebración. Los verdiblancos se jugaron mucho menos el sábado frente al Forte dei Marmi. El honor. Ya eliminados de la competición europea, el Liceo solo buscaba una victoria que le borrase en cierta medida el sabor amargo de no haber cumplido con el objetivo. Además frente a un rival cuyo polémica empate a cero goles había supuesto su propia sentencia. Se permitió incluso dar descanso a Xavi Malián y entró Martín Rodríguez, que cumplió bajo palos. Y pudo dar un poco más de descanso a algunos jugadores porque en Europa sí pudo contar con Josep Lamas, que entró en las rotaciones. No será el caso de hoy. El mayor de los hermanos todavía cumple sanción. Será el sexto de los siete partidos que le cayeron por una agresión a un jugador del Sant Cugat. El pequeño, Eduard, sigue lesionado. Martín Payero todavía no ha regresado de jugar con la selección de Angola, con la que ganó la Copa de África. Y Mikel Abeal también continúa lesionado. Así que Juan Copa solo puede contar con los de siempre: Malián y Rodríguez como porteros, el cuarteto habitual de los últimos dos meses, con Miras, Bridge, Torres y Di Benedetto, y desde el banquillo, Coy, ya recuperado, Ciocale y Parga.

Enfrente, un equipo muy compacto, dirigido por Pere Varias y que cuenta con hombres experimentados como Xavi Costa, Aleix Esteller y Humberto Mendes; pero también con el talento de dos de los jugadores con mayor proyección de su generación como el caso de Sergi Llorca, ya en la órbita del Barcelona. Completa la plantilla Marc Grau, que ya se sabe que la próxima temporada vestirá de verdiblanco junto a su hermano, el portero del Porto Carles Grau. Un morbo añadido a un partido en el que ambos se juegan mucho, aunque todavía haya margen de error.