Campeona del mundo. Por partida triple. Irene Blanco se colgó ayer tres medallas de oro, en arrancada, dos tiempos y total olímpico en la categoría de más de 81 kilos en el Campeonato del Mundo sub 17 que se está disputando en Las Vegas, con dos nuevos récords de España incluidos. La que es desde hace años la mayor promesa de la halterofilia española, vivió su noche de consagración con una competición casi perfecta, tanto en la ejecución como en la táctica. Ya avisó hace un mes de su excepcional estado de forma y antes de viajar a Estados Unidos decía que si estaba en sus marcas, estaría en el podio, al que finalmente subió a lo más alto por delante de las locales Julia Yun y Nia Nielani Walkner, las únicas que pudieron hacerle sombra.

En arrancada, las favoritas jugaron al ratón y al gato. La coruñesa se reservaba. Se anotó para empezar en 80. Las estadounidenses se iniciaron en 81 y 83. Blanco lo hizo en 86, pero falló. No dejó que esto la desconcentrara. Al siguiente intento los levantó con solvencia y se aseguró una medalla. Quedaba por saber de qué color. También ahí se tantearon las favoritas. Tras los 90 de Julia Yun a Irene solo le quedaba superar al menos en un kilo a su rival para proclamarse campeona del mundo. Puso el listón en 91. Lo levantó y con una sonrisa en la cara. No era para menos. Ya era campeona del mundo.

Pero no había tiempo a celebrar porque la competición continuaba en dos tiempos y todavía tendría que sacar lo mejor de sí misma. Tardó en empezar a competir. Arrancó en 108 y prácticamente se aseguró otra medalla y con 112 se quedó ya sola con las dos americanas y con dos nuevos récords de España sub 17, el de dos tiempos y el de total olímpico (203). Sus dos contrincantes locales fallaron en su último intento, así que ya salió sabiéndose triple campeona del mundo. No pudo, por poco, con los 115. Era lo de menos. Estaba contenta por partida triple.