El Leyma sucumbió en una montaña rusa en la que el Granada. que no pudo contar con un ovacionado Sergio Olmos, supo sacar provecho de los errores naranjas y, apoyado en la aportación coral principalmente de cinco jugadores (los cinco por encima de los diez puntos) se llevó un partido en el que fue por detrás hasta el último cuarto. Los naranjas, también sin uno de sus baluartes como es Quinton Stephens, tampoco supieron sacar rendimiento a su juego interior pese a que por momentos Uchendu y Serrano mostraron pinceladas, aunque se cargaron de faltas. De nuevo en la pintura llegó una sangría con la aportación de Guillermo Rubio (22 puntos) y Devin Wright (14) mientras que los pívots del conjunto coruñés apenas recibieron balones con la hiperdependencia del tiro desde fuera. No hubo demasiado balance entre juego interior y exterior. Por momentos Mirza Bulic (19 puntos, 8 rebotes y 23 de valoración) hizo la guerra por su cuenta. Arriba, abajo, desde fuera, desde dentro. Hablando, enfadándose con él mismo y con el resto. Agitando al público. Estuvo demasiado solo. Cinco minutos sin anotar en el cuarto supuso el último argumento para la condena, además de malas decisiones en las jugadas finales. Porque pese a todo tuvo opciones hasta el final. Ahora el sueño del Leyma se desvanece y es obligatorio empezar a mirar hacia abajo. El próximo sábado, otra final en Madrid contra el Canoe.

Es significativo que ambos equipos estuvieran más acertados en los tiros de tres puntos que en los de dos. En el primer cuarto el triple fue cosa del Leyma. Anotó cinco. Prácticamente todos sus puntos. Solo sumó una canasta y dos tiros libres de Uchendu. Falló ocho de sus nueve intentos desde mas cerca. Una excesiva dependencia, porque cuando dejan de entrar, el aro se pone cuesta arriba y solo el trabajo defensivo permite mantener el ritmo. Imposible cuando se da la vuelta a la tortilla y es el rival, en este caso el Granada, el que se adueña del triple. Pasó en el segundo parcial. Los visitantes fueron los que enchufaron 5 triples, la base de sus números (solo otras dos canastas) mientras que los naranjas bajaron su porcentaje. Víctor Serrano luchó bajó tableros, en ataque y en defensa. Mirza Bulic intentaba mantener el peso ofensivo y animar al público. Pero dos de esos triples, anotados consecutivamente por Cobos, dieron las primeras ventajas al Granada desde el arranque del partido (37-38 al descanso).

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El Leyma sucumbe ante el Granada

Aranzana optó por el plan B. Jeff Xavier en principio no iba a estar disponible pero el técnico decidió forzar con el base estadounidense. Salió a pista en el inicio del tercer set y con tres triples seguidos abrió una pequeña brecha (50-46), insuficiente. Bulic estaba demasiado solo. Solo Carlos Martínez entró tímidamente. El juego con los pívots, con Uchendu muy castigado por las faltas, dejó de existir. Un triple de Pardina volvió a poner a los andaluces por delante (54-55), dos por encima antes de que empezara el último cuarto.

Y ahí el Granada fue superior y más inteligente. El Leyma se puso demasiado nervioso. Primero, sin conseguir anotar en los primeros cinco minutos. Después, le entraron las prisas y se precipitó con seis pérdidas de balón. Y aun así, tuvo sus opciones. Los visitantes se habían puesto a diez. Insistieron los naranjas. Bulic estaba en todos los sitios, pero cuando le tocó tirar para soñar con la remontada se le encogió la mano Dos dudas en dos momentos de tiro claro. Le tocó ser el protagonista a Pablo Ferreiro. Un triple suyo (que jugó los minutos decisivos por delante de un frustrado Zach Monaghan) puso un 73-76 que encendió una ilusión que moría en la jugada siguiente con el casi tapón de Baru. Fue canasta, el Leyma falló su siguiente ataque y a placer el Granada machacó.