El nadador Xavi Torres nunca ha tenido miedo a caerse, y lo ha hecho, "muchas veces". Pero siempre que se ha caído luego se ha vuelto a levantar "para continuar". "Me siento muy identificado con el título del libro: Sin miedo a caerme", reconoce, "y también con el subtítulo: Nadando de la mano", asegura entre risas. Genio y figura.

Sus éxitos deportivos son casi incontables, la historia que hay detrás de todos ellos la cuenta el periodista Gabriel Forteza en el libro que acaba de publicar Rapitbook sobre la vida del campeón paralímpico. "Ha sido todo tremendamente fácil. Quizás lo más complicado era cuadrar agendas, pero por la suya, siempre anda con cincuenta movidas", reconoce el autor.

Cuatro años es el tiempo que ha tardado esta biográfica en cocerse. Una historia cargada de sentimientos, sueños y mucha ironía. "Yo hablaría más de sarcasmo y humor. Siempre he creído que a las cosas hay que restarles importancia. No hay que dramatizar tanto" en esta vida, reconoce el medallista.

La complicidad entre Xavi Torres y Gabriel Forteza se hace patente en cada una de las 236 páginas que comprende la obra. "No tengo miedo a desnudarme. El libro recorre mi infancia, mis inicios en la natación, mis primeros pasos en la competición y aborda también mi lado más íntimo contado desde diferentes voces. Es curioso que todas coincidan en un mismo rasgo: mi cabezonería", advierte. Precisamente esa tozudez hizo de Xavi Torres el deportista que es: "Creo que en parte es algo que me ha ayudado a triunfar. Tengo ese punto de insistencia que en el deporte es tan necesario. Siempre he preferido pecar de exceso, que de quedarme corto", asegura.

Uno de los capítulos del libro recoge una doméstica conversación entre Gabriel Forteza y los tres hermanos de Xavi Torres, en la que recuerdan su infancia y abordan el complicado tema del bullying. "Es algo que no recuerdo especialmente y supongo que si hubiera tenido una muy mala experiencia lo llevaría grabado. De todas formas, sé que mi hermano alguna que otra vez tuvo algún enfrentamiento por defenderme. Yo lo vivía de una forma muy normal, pero la misma situación, vivida por una persona diferente, puede provocar una reacción en ella muy distinta. Es importante que la gente sepa respetar la diversidad y ver que las capacidades y discapacidades son muy relativas", subraya.

Fuera ya de la competición de alto nivel, "pero no retirado", como a él mismo le gusta remarcar, Xavi Torres colabora hoy en día con la Federación Española de Natación y con el equipo de jovenes promesas. "Las retiradas para mí son una despedida y no siento que me esté despidiendo de algo en lo que sigo todavía metido. Ahora ayudo a algunos nadadores, me gusta colaborar con entidades sociales e intento ser una persona ocupada, todo eso me da vida", subraya.

Rafa Nadal, Rudy Fernández, Jorge Lorenzo o Carlos Moyá son solo algunos de los deportistas mallorquines que han querido aportar su granito de arena y han sumado momentos a su historia. "Todos han querido contar algo, eso es algo muy bonito. Xavi Torres engancha. Tiene una personalidad muy marcada, pero además es un héroe de la improvisación. Él se marca un camino e improvisa sobre el mismo. Siempre sabe a dónde va", subraya Forteza sobre su amigo.

Su vitalidad y sus ganas de reirse de la vida parecen no tener límites. Lo hacía con 18 años y lo sigue haciendo ahora con 44. "Soy una persona que me tomo normalmente las cosas con buen humor, aunque eso no significa que no sufra. Como todos, tengo momentos buenos y también momentos malos, pero siempre he creído que una forma de llevar las cosas bien es riéndote de ti mismo. Reconozco que a veces voy con cuidado, que tú y yo vivamos una misma situación no significa que yo me pueda reír de ti. Respeto a todo el mundo por el hecho de que pueda vivir una misma circunstancia de una forma u otra", reflexiona.

Ríen cuando se les pregunta si la vida de Xavi Torres, a partir de ahora, dará para un segundo libro, y aseguran que ahora eso poco importa. Detrás de este libro se ha forjado una gran amistad, aderezada por horas y horas de charla y alguna que otra cerveza.