El Villarreal y el Barça empataron (4-4) en el Estadio de la Cerámica en un partido loco que igualó Luis Suárez para los blaugranas en el último suspiro para nivelar el 4-2 que situaba al Submarino en la euforia tras remontar un 0-2 inicial. El resultado deja tocados a los locales y algo más aliviado al líder, que recibirá al Atlético con 8 puntos de ventaja.

Justo antes del descuento el Villarreal ganaba 4-2 y la Cerámica celebraba la remontada y el poder respirar una jornada más, pero una falta directa de Messi y un disparo de Luis Suárez igualaron el partido, obligaron al Submarino a repartir el botín y no sólo pararon la fiesta en Vila-Real, sino también en Madrid, la de un Atlético que se veía a 7 puntos.

La siguiente jornada deparará un duelo directo, casi una final, por LaLiga cuando los rojiblancos visiten al Barça. El equipo culé jugó mal en tierras castelloneses, sobre todo, con una defensa sin Piqué, aunque el equipo acabó sacando su pundonor para hacer vivir otra pesadilla al Submarino cerca del pitido final.

La última jornada dejó tocado al Villarreal, que se adelantó 0-2 en Balaídos en la primera parte y vio cómo el Celta, rival directo en la lucha por evitar el descenso, le remontaba hasta el 3-2 final. Ayer, movidos por esa rabia, le dieron la vuelta y no sólo levantaron el 0-2 sino que alargaron la fiesta hasta un cuarto gol, obra de un Bacca que entró de refresco. Pero de nada les sirvió, ya que la montaña rusa en la que estaban ambos equipos montadas deparaba una sorpresa final: una bajada vertical para el Submarino hasta los abismos y una subida con loop para el Barcelona