Solo en Maristas podían convertir el día del descenso de su equipo en una fiesta. Aunque duela la pérdida de categoría, certificada ayer con su derrota frente al Barça por 66-90, la afición colegial está orgullosa de su equipo porque más allá de los resultados deportivos están otro tipo de valores que les han acompañado durante las 23 jornadas en Liga 2 y que mantendrán hasta el final. Las jugadoras que pese a todas las desventajas con las que contaban salieron a la pista cada jornada han sido un ejemplo para toda una generación que por primera vez pudo ser testigo de primera mano, gracias a ellas, de la elite del baloncesto nacional.

Teniendo en cuenta que la permanencia pasaba por un milagro, las coruñesas salieron a por el Barça, dispuestas a darse un homenaje. Pero les faltó fuelle en la segunda parte, con menos banquillo que su rival, y no pudieron aguantar el elevado ritmo anotador pese a los 25 puntos de Andrea Pérez y los 20 de Anissa Pounds, ayer las más destacadas.