El OAR dio ayer una lección en A Cañiza. A pesar de que siempre fue por detrás en el marcador, nunca dejó que los locales se marcharan y aunque perdía por cinco al descanso, volvió a meterse y no se rindió ni cuando a cinco minutos para el final perdía por 33-29. Empujó y rozó la machada, pero se quedó sin premio por poco: 34-33.