El Barça conquistó ayer la Copa del Rey de balonmano, sexta de forma consecutiva para su palmarés, gracias a una amplia victoria por 34-18 ante el Liberbank Cuenca, en una final sin historia en la segunda mitad disputada en el Pabellón Pitiu Rochel de Alicante.

El equipo culé cumplió con los pronósticos y revalidó el título ante un rival que no pudo sellar su semana de ensueño. Debutantes en el torneo, los conquenses solo aguantaron el ritmo del Barça en los primeros 30 minutos, pero al menos se conformaron con un billete a la European Cup.

El marcador de 16-12 que se registraba al descanso era una puerta abierta a la igualdad. Sin embargo, la paradas de Pérez de Vargas y los goles de Tomás acabaron con las esperanzas del Cuenca.

Se convirtió en el sexto título de la presente temporada tras la Supercopa de Catalunya, la SuperGlobe, la Supercopa, Liga y Copa ASOBAL.