El italiano Alberto Bettiol ganó ayer la 103 edición del Tour de Flandes, disputada sobre un recorrido de 270,1 kilómetros entre Amberes y Oudenaarde, gracias a un raudo ataque decisivo a 18 del desenlace que sorprendió a favoritos como el español Alejandro Valverde (Movistar Team).

Bettiol se impuso con un tiempo de 6 horas y 19 minutos justos, adjudicándose así el segundo Monumento del año. Tras la Milán-San Remo celebrada el pasado sábado, esta cita en tierras flamencas volvió a exhibir la dureza de su pavés en los compases finales. La alegría tuvo así acento italiano, 12 años después del triunfo de Alessandro Ballan.

La mejor baza española, en las ruedas del murciano Alejandro Valverde, granjeó un octavo puesto después de una prueba donde el portugués Nelson Oliveira fue expulsado por no seguir los oportunos procedimientos de seguridad, a unos 70 kilómetros de la conclusión.

Así lo confirmaron los organizadores del Tour mediante una nota de prensa, lo que invitaba a pensar que el ciclista no había respetado alguna acera en concreto. En ese presunto intento de acortar su recorrido, disminuiría esfuerzos pensando en el apretado final de la jornada.

A pesar del contratiempo, el Movistar apenas se resintió y mantuvo a sus demás corredores en la cabeza del pelotón. A eso también contribuyó que no había cuajado un arreón del equipo Bahrain Merida, por lo que Valverde seguía bien resguardado y con el ojo avizor.

Estaba siendo el estreno del vigente campeón mundial en el Tour de Flandes, una rareza dado su dilatado currículum, pero repitió las buenas sensaciones que habitualmente vive en Bélgica, con sus cuatro Lieja-Bastoña-Lieja.

Las alternativas al Bahrain Merida terminaron con una fuga del esloveno Matej Mohoric y, casi a renglón seguido, el neerlandés Mathieu Van der Poel protagonizó la caída más fea del día. A 59 kilómetros de la meta, el reciente ganador de la prueba A Través de Flandes no tuvo tanta suerte y se pegó un topetazo con la acera, tras la rotura de la llanta de una de sus ruedas. Y en esa maraña, se escaparon los belgas Stijn Vandenbergh y Sep Vanmarcke junto al danés Kasper Asgreen y al neerlandés Dylan van Baarle. Por varios parones los fugados disfrutaron medio minuto de ventaja.

El botín no era grande y la carrera se animó a 37 del final, merced a un ataque del español Iván García Cortina. Obligados entonces a reaccionar, los gallitos empezaron a mostrar sus cartas y a reducir con ellos las distancias, pese a la insistencia de Asgreen.

Eso se sucedió con un ataque, a 29 kilómetros del desenlace, del luxemburgués Bob Jungels en compañía del propio Sep Vanmarcke. Ahí, el primer cribado fue otro miembro del Deceuninck-Quick Step, el checo Zdenek Stybar, como aviso de que lo estaba por llegar.

Entre nervios y vaivenes, la liebre saltó cuando el italiano Alberto Bettiol (Education First) atacó a 18 de meta e hizo sufrir a Valverde y al resto de favoritos. Sin estar en las quinielas, su desempeño en el Paterberg le valió una renta de 15 segundos, bien gestionada e incluso ampliada hasta el triunfo definitivo.

Con viento a favor, el italiano sorprendió al ramillete de favoritos, conformados con la lucha por completar el podio. Otra arremetida de Asgreen, enésima del día, le sirvió para terminar en segundo; mientras, el sprint a su espalda se lo adjudicó el noruego Alexander Kristoff (del UAE-Team Emirates) para ser tercero, en detrimento del combativo Van der Poel.