El ciclista francés Julian Alaphilippe (Deceuninck-Quick Step) ganó ayer la segunda etapa de la Vuelta al País Vasco, disputada entre Zumarraga y Gorraiz sobre 149,5 kilómetros, al imponer su fuerza en un esprint que picaba hacia arriba y que se hizo largo, en una jornada marcada por el sterrato „nombre que reciben los caminos de tierra„ que salvó bien el líder Maximilian Schachmann (Bora-Hansgrohe).

Muchos situaban a Alaphilippe como uno de los claros candidatos al triunfo en esta etapa y el mosquetero no defraudó. Tomó medidas, fue de menos a más y superó a aquellos que, como el propio líder Schachmann, se precipitaron y lanzaron el ataque demasiado lejos de la línea de meta.

Fue tanta la superioridad del galo, que ya lleva ocho victorias en este 2019 incluido el 'Monumento' de la Milán-Sanremo, que pareció dejar muy atrás al resto del pelotón, con Bjorg Lambrecht (Lotto-Soudal) segundo y el polaco Michal Kwiatkowski (Sky) tercero.

El español Omar Fraile (Astana) fue cuarto y su compatriota y compañero de equipo Jon Izagirre, octavo. Buena actuación para los Astana después de que provocaran el gran corte de la jornada en uno de los pasos por el sterrato que con la lluvia intermitente, fueron protagonistas.

No hubo caídas, pero sí damnificados. El británico Adam Yates (Mitchelton-Scott), segundo en la última Volta a Catalunya, y uno de los candidatos al triunfo en esta Itzulia se dejó más de un minuto tras sufrir un pinchazo en uno de los tramos.

Pese a la ayuda de sus compañeros de equipo, y la aportación puntual de algunos Groupama-FDJ, no fueron capaces de volver a conectar con el gran grupo en una lucha de unos 20 kilómetros. Y es que Movistar, Team Sky y Deceuninck-Quick Step trabajaron en busca del triunfo de etapa.

Mañana, la tercera etapa partirá de Sarriguren y llegará a Estíbaliz tras 191,4 kilómetros en un terreno ya más duro, con dos puertos previos y mucho desnivel positivo antes de la subida final al Santuario de Nuestra Señora de Estíbaliz, patrona de Álava.

Miguel Indurain, coincidiendo con el paso de la Itzulia 2019 por su tierra, Navarra, considera que etapas como las de ayer, con tramos de sterrato y de hormigón, están "en el límite de la seguridad y en del espectáculo".

"Estamos en el límite. En el límite de la seguridad y en el límite del espectáculo", dijo un Indurain que, no obstante, también cree que "cuidándolo bien, presentándolo con tiempo para que los corredores y los directores puedan ir a ver donde están los puntos un poco complicados" es una buen fórmula para hacer ciclismo.